Ya pasaron más de dos años y medio desde que la Iglesia de San Francisco, una de las más históricas de San Miguel de Tucumán, apagará sus luces a causa del deterioro que sufre su fachada y que por esto se desprendiese parte de la mampostería. En ese momento, se detectararon graves daños en el edificio y decidieron clausurarla. Ahora, aunque el acceso al templo sigue cerrado al público, los andamios colocados en su frente y los obreros que comenzaron a trabajar en su recuperación, traen la esperanza a los fieles tucumanos que la reapertura está cada vez más cerca.
Su acondicionamiento y vuelta a la vida religiosa era parte crucial en los cambios que el municipio diseñó y está ejecutando en la zona, con una serie de obras públicas que abarcan las calles 25 de Mayo al 200 y 300, San Martín al 700, los alrededores de plaza Independencia y 9 de Julio al 200.
El paquete de trabajos tiene una fecha de vencimiento: el objetivo oficial es que todo esté concluido para los festejos patrios del 9 de Julio. Con esa premisa es que las tareas se intensificarán.
Las 10 etapas de intervención
Está estructurada en 10 etapas: Las primeras consisten en estudios técnicos de la estructura de la iglesia. Después trabajarán en la recuperación de los muros, bóvedas y cúpulas afectadas por las grietas y en la reparación de la fachada. El mantenimiento va más allá del proyecto y requiere un trabajo permanente.
Otro problema que se suma es que, más allá de la falta de conservación que lo deterioró por años, carece de planos confiables de la estructura y de los servicios que se le fueron añadiendo.