Dos jóvenes ingresaron a un kiosco de la localidad de San Pablo. Se hicieron pasar por clientes y preguntaron precio. Cuando la muchacha que atendía se distrajo, uno de ellos pasó al otro lado del mostrador y sacó la caja registradora, mientras su cómplice amenazaba con una arma de fuego.
Lejos de resignarse, la joven forcejeó con el ladrón, pero no pudo quitarle la caja con la recaudación. “¡Papá, nos están robando!”, fue el grito desesperado de la joven mientras los dos delincuentes huían con el botín.
El violento atraco quedó registrado en una cámara de seguridad y el video fue compartido en las redes sociales por el propietario del negocio.