Nada más y nada menos que ocho ladrones ingresaron en una vivienda ubicada detrás del Cementerio del Norte, poco después de la medianoche. Mientras la familia dormía, los delincuentes se presentaron vestidos como agentes de la Policía.
Una vez dentro de la vivienda maniataron a los miembros de la familia y sustrajeron electrodomésticos, dinero en efectivo y joyas que cargaron en dos autos: un Wolsvagen Bora y un Fiat Uno sin patentes.
El hecho fue comunicado al servicio de emergencias 911 quienes advirtieron la presencia de los vehículos por la Autopista de Circunvalación donde fueron perseguidos por los móviles de la Policía. No llegaron a alcanzar los vehículos que se estima, descendieron por la zona del Río Salí.
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