Por un violento robo en una cervecería, ubicada en avenida Mate de Luna al 1800, fue condenado a 8 años de prisión efectiva Ismael Isaías Cazorla. La investigación estuvo a cargo de la Unidad Fiscal de Robos y Hurtos II, que conduce Pedro Gallo.
Durante el debate oral y público, que se extendió por cuatro días, se presentaron distintas pruebas para avalar la teoría del caso y la calificación por el delito de robo doblemente agravado por el uso de arma de fuego y por haber sido cometido en poblado y en banda.
A lo largo de las jornadas, el fiscal Pedro Gallo describió el hecho ocurrido el 5 de febrero de 2021 y el material fílmico que se logró reunir donde se observa el ingreso de los sujetos al local, la vestimenta utilizada y el despliegue de las armas. Además de la intención del robo de los sueldos del personal, los delincuentes amedrentaron a los empleados e hicieron disparos al aire, sustrayendo también dos celulares. En su alegato de cierre, Gallo expresó: “no hubo un mero ataque a la propiedad, sino también uno especialmente violento a la integridad física de las víctimas. En efecto, las hicieron arrodillar, las amenazaron de muerte, las sometieron a una enorme violencia. Y como si esto fuese poco, realizaron disparos para facilitar su fuga. Además, aquí hay que valorar que el hecho no fue cometido por tres (que ya nos daría la banda) sino por cuatro personas, lo que aminoró aún más las posibilidades defensivas de las víctimas”. Finalmente, el tribunal, por unanimidad, decidió la condena para Ismael Isaías Cazorla a la pena de 8 años de prisión preventiva.
El hecho
El 5 de febrero de 2021, el condenado (quien vestía camisa mangas largas de color claro, un pantalón de color marrón, un bolso tipo bandolera cruzado en su cuerpo y gorro color oscuro) junto con otros sujetos ingresaron con armas y barbijos a una cervecería ubicada en avenida Mate de Luna al 1.800, frente al parque Avellaneda. En el lugar, preguntaron por el encargado, lo encañonaron y lo obligaron a dirigirse a la oficina donde estaba el dinero para el pago de los sueldos. Luego de reducir al personal y sustraer dos celulares, se toparon con un cadete, quien se trenzó en lucha con uno de los delincuentes hasta llegar a la vereda. El imputado, junto con otros dos, hicieron tres tiros al aire y lograron huir por calle Frías Silva donde escaparon en un automóvil Renault Megane, color bordó.