Los números no mienten y asustan. El notorio aumento en las tarifas de energía dejó a muchos tucumanos discutiendo en familia acerca de qué hacer para poder bajar el importe. No habrá faltado en esta discusión quien le habrá echado la culpa al otro por el monto elevado que deberán pagar. No obstante, más allá de cualquier discusión, está claro que la provincia es una de las más afectadas por este nuevo “tarifazo” que golpea los bolsillos a diferencia de otros lugares-la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por caso-donde el monto de las facturas es considerablemente menor más allá del eventual consumo.
En los casos de Edenor y Edesur, que son las empresas que operan en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires (donde reside casi el 40% de los usuarios residenciales del país, según datos de la Asociación de Distribuidores de Energía Eléctrica de la República Argentina -Adeera-), el costo de la distribución lo determina el Gobierno nacional a través del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), que en general no autorizó actualizaciones del VAD en la última década. La resolución 7/2016 del Ministerio de Energía instruye al ENRE para que realice “un ajuste del valor agregado de distribución en los cuadros tarifarios de EDENOR S.A. y EDESUR S.A”. Este componente de la tarifa es lo que genera las grandes inequidades tarifarias que existen hoy en el país.
En Tucumán, muchos optaron por participar en las protestas que se hicieron en diferentes sedes de EDET. En el interior de la provincia, por ejemplo, los usuarios hicieron un público reclamo que llegó a la arenga de “no pagar las boletas”
La mayoría de esos reclamos fueron pacíficos, con excepción de la sede de Monteros, donde la tensión llegó al punto de que las personas causaron un incendio en el edificio.
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“Basta de tarifazos. No queremos que nos impongan condiciones. Tenemos la libertad de protestar, no paguemos la luz”, se escucha decir a uno de los participantes de los reclamos en la sede de Monteros.
