A requerimiento del Ministerio Público Fiscal, se celebró en la mañana de hoy, miércoles 7 de abril, una audiencia de juicio abreviado contra un hombre acusado de abuso sexual en perjuico de una menor, hija de su ex pareja. Durante la misma, Victor Alejandro Cerrano fue condenado a 9 años de prisión de cumplimiento efectivo tras admitir su culpabilidad en los hechos imputados por la Unidad Fiscal de Investigación en Delitos contra la Integridad Sexual de Concepción. El fiscal Hector Fabián Assad, titular de dicha unidad investigativa, impulsó el acuerdo previsto en el artículo 376 del Código Procesal Penal de Tucumán que, con el consentimiento de la familia de la víctima, fue firmado por el encartado y avalado por el juez interviniente.
El caso
El expediente tuvo su origen en la denuncia efectuada por la madre de la menor. Según manifestó la mujer, que había mantenido una relación sentimental y de convivencia con el imputado, el día 3 de septiembre de 2018 su hija menor de edad se dirigió a la casa del padre de acusado para buscar unos perros. El abusador se encontraba viviendo allí, ya que días atrás había terminado la relación con la madre de la nena y se había llevado a los animales. Cuando la menor llegó a la vivienda, el hombre la hizo ingresar y luego de cruzar un pasillo la tomó con violencia de los brazos y la introdujo en un colectivo viejo que estaba en el fondo de la casa donde la violó. De acuerdo a la declaración de la mamá, su hija regresó a su domicilio en compañía del acusado y en principio no contó nada hasta que fue a ver su padre biológico a quien le relató lo sucedido.
Las pruebas
La versión de los hechos fue ratificada por la propia víctima en su declaración en la Cámara Gesell realizada durante la investigación penal preparatoria. Allí la menor relató que luego de violarla, el hombre le dijo que iba a matar a su mamá si contaba lo ocurrido. Además, el fiscal Assad adjuntó los informes médicos donde quedaron constatadas las lesiones y los abusos sexuales. Otra de las evidencias ofrecidas por la fiscalia que resultaron claves para acreditar los hechos fueron las pericias genéticas cuyo resultados arrojaron coincidencia entre las muestras extraídas de la ropa de la víctima y de Cerrano, que fue declarado autor penalmente responsable del delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por la situación de convivencia preexistente y por haber sido cometido en contra de una menor de edad.
