En las provincias del Noroeste argentino, el ingreso promedio es de 11 mil pesos. Ese monto obliga a los trabajadores a pedir préstamos para poder afrontar los gastos necesarios.
En esta zona del país, se incrementó el pedido de préstamos gracias a la inflación del primer trimestre del año y al salario bajo en comparación con la zona central del país.
Según un informe del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Leral), en base a los datos del Banco Central, el NOA fue la región del país que alcanzó el máximo crecimiento en la apertura de préstamos, al registrar un incremento del 1,6 por ciento durante el primer trimestre del año, en relación al mismo período de 2015.
La suba de precios fue una de las causas que obligó a los trabajadores a solicitar ayudas financieras, sumado a la vulnerabilidad laboral.