“Dos gotas que caiga y Tucumán es un mar de agua”, la típica frase se pronuncia o escucha apenas llegan las lluvias de verano. Los severos temporales que azotan al Jardín de la República traen consigo enormes problemas como las inundaciones que afectan a gran parte de los ciudadanos, el colapso de infraestructuras, caída de arboles, cortes de luz y desbordes de ríos y canales. ¿Se puede evitar esto? Después de escuchar a profesionales y especialistas en el tema, todo indica que se debe no sólo realizar obras sino modificar patrones de conducta de los propios tucumanos.
Los aspectos grandemente negativos y significativos que recae en la provincia cuando acontesen los torrenciales temporales nos hacen volver al foco principal de la cuestión: ¿Es la gente o la infraestructuras? TucSinFiltro, consultó y hablo con algunos profesionales en el área y todos llegaron a un punto de encuentro: “No solo se trata de realizar obras, sino de que los ciudadanos aporten el granito de arena: no ensuciar”.
¿Cuál sería la solución según quienes analizan a fondo la situación? Por un lado, que la gente no ensucie. Por otro lado, encarar obras a largo plazo y reforestar.
Fernando Torres, ingeniero de la Dirección Provincial de Defensa Civil, comentó que “existe un enorme problema con el sistema de desagües. Si las calles de las ciudades se llenan de agua, significa que no hay forma de que ese líquido pueda derivarse a otro lado. Los desagües, además de insuficientes, están tapados por la cantidad de basura acumulada”.
Por su parte, Virginia Abdala, profesora de la Facultad de Ciencias Naturales, reconoce que “las zonas que se inundan de manera significativa, es el resultado del rápido crecimiento de pavimentación”. Abdala entiende que los espacios verdes con tierra que permiten absorber el agua disminuyen para dar lugar a la urbanización. Las ciudades, los edificios. Una posible solución a esto es la plantación de árboles.
Hugo Roger Paz, director de la carrera de Ingeniería Civil de la Facultad de Ciencias Exactas (FACET) replanteo que “el gobierno tiene que dejar de poner en marcha ese tipo de idea de que a cada ·inundación hay que reparar. Lo que se tiene que hacer es comenzar a proyectar obras de largo plazo, lo que ayudaría a reducir los problemas en gran manera. Poder anticiparse.
Sergio Georgieff, doctor en Geología e investigador del Conicet, considero que otro posible beneficio seria la “sistematización de las cuencas“. Para ello hace falta tener datos específicos de medición que hoy no se encuentran. “Nuestra ciudad carece en: obras en los márgenes, atenuación de pendientes y un mejor sistema de drenaje transversal (alcantarillas). Al tener en cuenta la cantidad de ríos permanentes de la provincia se podría visualizar que es una mega obra la que se debe empezar”.
Los grandes problemas que sufre la provincia, también se deben a la falta de limite con respecto a frontera agrícola y forestal; los bosques desaparecen con más rapidez debido a las ansias de urbanización; el cambio climático; y la falta de entendimiento respecto al cuidado del medio ambiente.
Además, enfatizaron que no existe un plan de prevención ante las crisis, tampoco existe la reforestar de los márgenes ni la idea de recuperar el bosque o mejorar el manejo de los embalses. No hay una concientización sobre un buen uso del recurso.