Aunque parezca mentira, dos dirigentes brasileños de fútbol pretenden que Chapecoense juegue un partido programado (en realidad reprogramado por la tragedia para el 11 de diciembre) ante la chance de poder sacar una ventaja y… evitar el descenso. Iván Tozzo, el vicepresidente de Chapecoense, el club que sufrió la mayor tragedia deportiva que se recuerde con la caída del avión que trasladaba al plantel reveló que Marco Polo del Nero, presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, le pidió que presente un equipo formado por juveniles en la última fecha del Brasileirao (el rival es Atlético Mineiro).
“Hablé con Del Nero sobre el tema. Me dijo: ‘Hay que jugar ese partido, tiene que ser una gran fiesta’. Yo le respondí: ‘No tenemos once jugadores’. Y me dijo: ‘Sí, tienen, tienen jugadores que se quedaron, tienen juveniles. No importa quién juegue. Tiene que ser una gran fiesta, Chapecó y Chapecoense lo merecen’“, afirmó Tozzo. Por su parte, Atlético Mineiro ya había pedido en una nota cancelar el partido.
Pero además otro dirigente aprovechó también la desgracia que golpea a 71 familias para priorizar sus intereses personales de la manera más miserable que pueda imaginarse. Fernando Carvalho, vicepresidente del Internacional de Porto Alegre, tiró: “Tenemos nuestra tragedia particular, que es irnos al descenso. Esa postergación de la fecha ciertamente va a ser perjudicial, no estoy hablando de eso porque como la consternación es general, como la solidaridad de todo el mundo es unánime, no es hora de reclamar”.