Luego de una serie de complicaciones vinculadas a un paro cardíaco masivo, la actriz Carrie Fisher murió en un hospital de Los Ángeles. Quien ganara una enorme popularidad interpretando a la princesa Leia en la saga de La guerra de las galaxias , falleció a los 60 años.
Hija de Eddie Fisher y Debbie Reynolds, Carrie nació el 21 de octubre de 1956, y apenas con dos años de vida, vio cómo su padre dejaba a su madre para comenzar un romance con Elizabeth Taylor, en el que fue uno de los escándalos amorosos más sonados del Hollywood clásico.
Dueña de un vínculo muy cercano con su madre, la vocación de Carrie estaría ligada a la actuación y con 13 años hizo su debut en televisión junto a Debbie en un papel muy pequeño. A los 19, volvería a trabajar con su madre en la obra de teatro Irene. No pasaría mucho tiempo más hasta que Carrie encontrara a su personaje más importante: Leia Organa. En 1977, se suma a Star Wars , la película de ciencia ficción dirigida por George Lucas, que se convirtió en un éxito instantáneo e hizo de la actriz una verdadera celebridad. En los siguientes años, Fisher interpretaría dos veces más a Leia, a medida que comenzaba a tener pequeñas apariciones en otro tipo de películas. Pero mientras su vida profesional parecía mejorar, su vida personal se complicaba por sus adicciones.
A lo largo de los ’80, Fisher se daría el gusto de trabajar para directores como Woody Allen, Rob Reiner o Penelo Spheeris, aunque siempre en papeles secundarios. Mientras alternaba el cine con algunas producciones de Broadway, la actriz se colocó en el ojo de la tormenta cuando en 1987 publicó el libro Postcards from the Edge, una suerte de sátira autobiográfica protagonizada por una actriz que procura poner su vida profesional en orden luego de recuperarse de su adicción a las drogas. El libro fue un boom de ventas y en 1990, fue adaptado a una película protagonizada por Meryl Streep y Shirley Maclaine, cuyo guión fue escrito por la propia Fisher. En ese momento, la actriz confirmaba que tenía un talento innato para la escritura de libretos.
Durante los ’90, si bien Carrie apareció poco delante de la pantalla, su carrera como guionista se afianzó (mientras se daba el lujo de rechazar personajes como el de Sarah Connor para la saga Terminator). Su especialidad tuvo que ver con revisar y corregir guiones cinematográficos y de esa forma la actriz participó del proceso creativo de películas tan disímiles como Cambio de hábito, Epidemia, Hook, Arma Mortal 3 (donde se encargó de preparar los diálogos del personaje interpretado por Rene Russo) y El cantante de bodas. Para televisión, Fisher escribió varios episodios de El joven Indiana Jones, y también fue la mano invisible detrás de los guiones cinematográficos de las tres precuelas de Star Wars como así también de Señor y Señora Smith y Scream 3. En su faceta como escritora, en esos años, publicó dos novelas: Surrender in Pink y Delusions of Grandma.
Ya en el nuevo milenio, la carrera de Fisher continuaría con breves participaciones en series televisivas como Weeds, Entourage, Smallville, 30 Rock, Robot Chicken y Family Guy, mientras desarrollaba su unipersonal teatral Wishful Drinking, en el que contaba varios de sus momentos personales más difíciles en un tono de comedia totalmente incorrecta. El monólogo fue tan exitoso, que llevó a adaptarlo a un libro, e incluso el canal HBO preparó un especial televisivo.
En 2015, Fisher volvería a interpretar a la princesa Leia para el séptimo episodio de la saga, El despertar de la fuerza, en lo que supuso una vuelta a su personajes más significativo. Y en este 2016, la actriz publicó una nueva biografía titulada The Princess Diarist, en el que reveló el costado menos amable de su participación en Star Wars, contando incluso que tuvo un romance con Harrison Ford durante el rodaje del primer film de la saga (un escándalo que la llevó a enfrentarse con el actor).
En la actualidad, Fisher se encontraba filmando el nuevo capítulo de Star Wars, y su muerte deja un interrogante sobre cuál será el destino de Leia.
fuente: lanacion.com