Los delincuentes cuya organización fue desbaratada en las últimas horas, estaban dispuestos a todo: uno de ellos incluso se animó a afirmar que tenía COVID-19 a los policías que lo estaban deteniendo. El propósito era evitar como fuera que lo sacaran de una de las viviendas donde los pesquisas estaban llevando a cabo los procedimientos que tuvieron lugar en la madrugada de este jueves.
Cinco personas fueron aprehendidas vinculadas con este grupo delictivo que estaría compuesto por ocho personas. Todas ya están identificadas: habrían formado parte del asalto que tuvo lugar el último 27 de marzo en una vivienda en la que irrumpieron llevándose dinero en efectivo. Para dimensionar la peligrosidad de la banda basta indicar que luego de que perpetraran el asalto, se enfrentaron a tiros con la policía. Sucedió cuando parte del grupo, que escapaba en una camioneta a toda velocidad, fue divisado por policías que estaban en un patrullero, en una estación de servicios de la ruta 301, a la salida de San Miguel de Tucumán.
Los policías salieron en su persecución y los delincuentes respondieron abriendo fuego. La persecución continuó hasta llegar a otro control que se encontraba en la zona de El Manantial, frente a un conocido hotel alojamiento. Allí los delincuentes protagonizaron otro intercambio de disparos con los policías. Finalmente, poco después, hallaron la camioneta abandonada unos kilómetros más adelante. Dentro de la camioneta hallaron un chaleco policial y una chapa identificatoria que pertenecería a un oficial policial. Desde entonces, arrancó la investigación que derivó en los procedimientos realizados en la madrugada.
Los allanamientos
Los pesquisas realizaron diferentes allanamientos en los que detuvieron a cinco de los malvivientes y secuestraron celulares y armas de fuego. La numeración de una de las armas secuestradas estaba limada: por eso los investigadores no descartan que hubiera pertenecido a un miembro de la fuerza.
Entre los detenidos se encuentra un menor de edad y el considerado líder del grupo: el hombre conocido como “El Ñato” tendría antecedentes delictivos por hechos similares y estuvo privado de su libertad en enero.
Entre las cosas secuestradas se encuentran las motocicletas que habrían utilizado para consumar los atracos: más allá del atraco con el enfrentamiento que tuvo lugar durante el episodio de la fuga, hecho por el que la causa está caratulada como robo agravado, tentativa de homicidio y atentado a la autoridad.
La investigación fue desarrollada por la Fiscalía en Robos y Hurtos V, a cargo de Marcelo Leguizamón. El Departamento de Inteligencia de la Policía avanzó en la pesquisa hasta establecer la identidad de los presuntos integrantes de la organización delictiva.
A partir de esa información se solicitaron medidas de detención y allanamiento, al Juzgado en lo Penal II, a cargo de Facundo Maggio, quien avaló el pedido de la Fiscalía, que también solicitó la intervención del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) para avanzar en las tareas de diagramación e intervención en el megaoperativo.
Las acciones conjuntas se llevaron a cabo en viviendas ubicadas en los barrios Ejército Argentino, Ate y Juan XXIII, lográndose dar con los sospechosos que contaban con órdenes de detención en su contra como resultado de la investigación.