Todos conocen el refrán: a las armas las carga el diablo. Los gritos y un disparo dejaron a todos boquiabiertos, tras la consumación de la tragedia. Un hombre fue asesinado de un tiro accidental producido al cabo de la persecución de un presunto delincuente al que habían reducido, durante un incidente registrado en la madrugada de este sábado en barrio Soeme.
A las dos de la mañana, los vecinos se exaltaron debido a la alarma de una mujer respecto a un presunto delincuente dentro de su propiedad. Eso provocó que algunos salieran a la caza del sospechoso que en su afán de huir empezó a correr por los techos de la vivienda. Dos personas lo hicieron armadas: Bartolomé Gil, de 55 años y Héctor Coronel, de 51. Ambos consiguieron su propósito y lograron reducir al sospechoso, identificado como Jonathan Ezequiel Iramain.
Pero todo cambió drásticamente cuando, delante del propio Iramain, a Gil se le escapó un disparo que terminó impactando en el abdomen de Coronel. La víctima quedó tendida en el piso, donde fallecería poco después. En tanto, los vecinos se ensañaron con Iramain al que habrían tomado a golpes.
Personal de la división Homicidios de la Policía, al mando de la comisario Juana Estequiño, y del Equipo Científico de Investigación, al realizar las primeras pericias y al entrevistar a los vecinos, confirmaron que se había tratado de un accidente. Por ahora, nadie fue aprehendido, incluido Iramain, a quien finalmente, nadie acusó de ningún ilícito.