Hoy a las 10 organizaciones políticas y sociales concentrarán en las puertas de tribunales penales, en Avenida Sarmiento 431, para exigir justicia por la muerte de Ana Ríos.
El pasado viernes, en un confuso episodio, la joven estudiante de veterinaria oriunda de Jujuy cayó desde un cuarto piso del edificio donde vivía en esta ciudad capital. Fue internada en estado crítico y finalmente falleció el domingo.
Las primeras versiones hablaban de un suicidio, pero los familiares y amigos descartaron que ese haya sido el motivo del deceso de Ana. Tanto familiares como amigos apuntan hacia Facundo Guerrero, su pareja. Según cuentan, Facundo y Ana llevaban seis años de noviazgo y la joven ya lo había denunciado con anterioridad por violencia de género. Ambos vivían y estudiaban juntos, pero no convivían.
Lo último que se supo de Ana fue que la joven regresó a su departamento el viernes después del trabajo y allí se encontró con Guerrero. El joven fue detenido y en su declaración dijo que Ana se arrojó por el balcón tras sufrir una crisis emocional porque había sido despedida de su trabajo y tenía deudas que pagar.
Del lado de la familia desconfían de esta versión y aseguran que se trata de un caso de femicidio.
En un comunicado difundido por las redes sociales expresaron: “Sabemos que Facundo Guerrero la violentaba sistemáticamente, que anteriormente ella lo había denunciado en reiteradas ocasiones. En julio de 2016 denunció en la Comisaría con dirección en San Martín 224, Tucumán, un intento de femicidio en el cual la arrojó por las escaleras. En enero de 2017 la agredió con vidrios en la casa paterna de Facundo en Maimará, Jujuy. En noviembre de 2017 Facundo Guerrero estuvo detenido en la comisaría central de Tucumán por una discusión callejera en donde golpeó a Ana. Y así tenemos innumerables pruebas de la violencia que ejercía Facundo sobre ella”. El hecho está siendo materia de investigación.
