Los vecinos de San Cayetano, que se convirtió el fin de semana pasado en el escenario de un aberrante femicidio, no quieren de vuelta en la zona a la madre de Noemí Juárez, la víctima fatal.
La gente del barrio conocido como vías del ex ferrocarril Belgrano, al sureste de la capital, manifestaron este martes su enojo tras conocerse las condiciones del crimen, en el marco de la investigación judicial.
Según fuentes vinculadas a la indagación oficial, Noemí, de 21 años, habría rechazado en varias oportunidades insinuaciones para que mantuvieran una relación de Álvaro Exequiel Adra, el concubino de su madre Lorena Frenoux. Esta situación molesta a los vecinos de la joven víctima, ya que, al igual que los investigadores, consideran que la madre fue partícipe del femicidio o al menos lo encubrió.
El lunes por la noche, Adra, de 20 años, y Frenoux, de 39, se abstuvieron a declarar ante el fiscal Washington Navarro Dávila. El funcionario judicial solicitó la detención de ambos y libró un oficio para el traslado de Adra al penal de Villa Urquiza, fundamentado en la gravedad del hecho y por el peligro de fuga, según indicó. Mientras que para la madre se solicitó el paso al instituto penal de mujeres. Aún no se habrían terminado los trámites para que se cumpla esa orden.
Los dos quedaron detenidos luego de que se hallara el cuerpo de la joven en el fondo de la precaria vivienda familiar. El hallazgo se produjo tras la denuncia que había efectuado una de las hermanas de la víctima, Graciela.
Navarro Dávila confirmó que la causa de muerte había sido el estrangulamiento. Del interior de la vivienda los investigadores secuestraron una cuerda con la que posiblemente habrían acabado con la vida de Noemí. Además, el cuerpo presentaba signos de desmembramiento de las extremidades inferiores, aparentemente como consecuencia del fuego. Por ese motivo, no se podrá confirmar si la joven fue víctima de un ataque sexual.
“Toda la gente ha dicho que no va a entrar ella, porque se comenta que le pueden conceder arresto domiciliario”, expresó Yudith Medina, una de las vecinas, refiriéndose a Frenoux.
El planteo surge porque la mujer, que padecería una enfermedad terminal, tiene tres hijos menores edad, y podría solicitar el beneficio a la Justicia de permanecer en su hogar.
“No la quieren en el barrio por lo que ha hecho. Llega a entrar a su casa y sigue dañando a las chicas, acá la van a agarrar todos los vecinos”, advirtió Medina, que hizo de vocera del grupo de mujeres.
Cada afirmación de Yudith Medina recibió los gestos de aprobación del resto de su familia, que acompañaba en la puerta de una de las casas del callejón. “No la quieren en el barrio por lo que ha hecho. Ni un animal, ni un perro hacen lo que ella hizo con su propia hija. Nosotros la conocemos…”, insistió la mujer.