Esta tarde fueron hallados restos óseos que podrían pertenecer al cuerpo del pequeño Benjamín, de tres años, desaparecido desde en 2023. Ocurrió después de una excavación que realizaron profesionales del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) del Ministerio Público Fiscal (MPF), junto con fuerzas policiales y Bomberos de Bella Vista y Yerba Buena.
“Sí…es una pésima noticia que nos destroza a quienes teníamos un poco de esperanza de encontrar al nene”, confirmó el abogado Alvaro Zelarayán.
El lugar del hallazgo fue en las inmediaciones de una laguna cercana a la vivienda familiar (a unos 2 kilómetros), en Atahona; mientras se realizaba el trabajo de búsqueda ordenado por el fiscal Miguel Varela, titular de la Fiscalía de Homicidio y Graves Atentados contra las Personas del Centro Judicial de Concepción (CJC). Ni siquiera los restos habían sido enterrados por el brutal filicida, quien dio indicaciones donde podrían estar los restos.
De esa manera, el peor secreto que había guardado Luis Lucero, el principal implicado junto con su mujer sobre la desaparición del niño de 3 años quedó revelado de la manera más macabra. En las últimas horas, el acusado se había quebrado ante la policía, reconociendo que había asesinado a su propio hijo en 2022. Que tras golpear a la criatura, y caer sobre un bloque de cemento, había enterrado su cuerpo en las inmediaciones de Atahona, localidad en la que vivía el grupo familiar, compuesto por su pareja y otros tres hijos más. La desaparición del niño, que se había producido en 2022 fue recién denunciada en febrero pasado por sus abuelas.
“ Hemos hallado restos oseos de un cuerpo completo cuya edad sería coincidente a la que tendría el pequeño Benjamín. En una bolsa arpillera encontramos huesos y pelos que hemos recogido para ser enviados al Cuerpo Médico Forense donde serán analizados y sometidos a pruebas de rigor”, sostuvo el fiscal Varela una vez concretado el hallazgo.
Esta tarea comenzó en la jornada de ayer en horas de la tarde después que el investigador obtuviera referencias que ofrecieron vecinos del lugar sobre la zona que frecuentaba el padre del menor, quien sería el responsable de la muerte de su hijo. El trabajo debió suspenderse anoche en razón de la oscuridad reinante y lo espeso de la vegetación en donde debía encararse la búsqueda, la que se reinició esta mañana desde las 8:00 horas.
Para agilizar el trabajo se dispuso de una retroexcavadora con pala mecánica. Además, tuvieron participación clave el arqueólogo forense del MPF, encargado de coordinar las tareas, y una especialista en búsqueda con perros, dependiente de la división de Bomberos de la Policía. Precisamente el can fue quien alertó a los pesquisas en medio de la búsqueda, guiándolos hasta el lugar donde se encontró el cadáver junto a una frazada.
Desde entonces se había iniciado una causa que cobró impulso en el transcurso de las últimas horas.
