Barrio Sur volvió a convertirse ayer en el termómetro que mide la temperatura de la inseguridad en la capital.
Dos asaltantes atacaron con pistolas a las empleadas de una panadería ubicada en la esquina de Las Heras y Rondeau y se llevaron $ 5.000 de la recaudación y el celular de una de las víctimas. Melisa Ariza, una de las empleadas, describió que el robo ocurrió alrededor de las 14.20. “No había nadie en la calle. Estábamos con mi compañera y vimos cuando estos dos chicos, que no tendrán más de 25 años, se acercaron despacio en una moto. Apenas los vimos nos parecieron sospechosos y apretamos el botón de pánico porque esta no es la primera vez que nos asaltan”, remarcó.
La panadería está ubicada en la ochava de un edificio nuevo. El local tiene paredes de vidrio que dan hacia la calle y cuenta con un circuito cerrado de cámaras de seguridad. Pero los asaltantes perpetraron su robo con celeridad. “Todo duró unos segundos. Estacionaron la moto frente a la puerta. Se bajaron remontaron sus armas y nos atacaron. Uno de los ladrones la metió a mi compañera hasta la cocina (donde están los hornos), la hizo tirar al piso y le rompió el bolsillo del pantalón buscándole plata”, contó la empleada.
Mientras tanto el otro asaltante se ocupó de reducir a Ariza. “Me apuntó y, como ya estoy acostumbrada, fui hasta la caja y saqué todo la plata para que se la lleve. Me dijo que me tirara al piso pero me negué, por ahí no sabes que te puede pasar. A mi compañera el otro ladrón la tocó entera. Después, como quería más plata, me apretó con la pistola. En ese momento no sabes si te van a disparar o no”, recordó la panadera.
Después de esto, el asaltante que atacó a Ariza le quitó su celular y huyó junto con su cómplice en la moto gris que habían estacionado frente al comercio.
El negocio le pertenece a Javier Del Río quien contó que el comercio cuenta con la vigilancia de una empresa de seguridad privada. Sin embargo ni el personal privado que responde a las llamadas de emergencia ni el agente de la Policía que patrulla esa zona llegaron a tiempo para auxiliar a las víctimas. “El policía que hace guardia justo estaba en la otra cuadra cuando fue el robo. Esta es la tercera vez que nos asaltan en los últimos seis meses. Necesitamos mayor presencia policial en toda esta zona de la ciudad. Hace como un año unos asaltantes le quebraron las manos a mi suegra porque la arrastraron para robarle la cartera. Siempre nos roban. Tenemos otra sucursal en General Paz y La Rioja y ahí también son seguidos los robos”, se quejó Del Río.
El oficial Félix Daniel Contreras, que presta servicio en la Seccional 2°, tomó declaración a las víctimas en la panadería y destacó que uno de los asaltantes sería el mismo que atacó en otra ocasión ese mismo local.
Fuente: La Gaceta
