La investigación por la muerte del pequeño Matías Juárez transita por horas decisivas. Desde el viernes pasado, la familia del niño fallecido como consecuencia de un presunto caso de mala praxis aguarda con ansiedad los resultados de las conclusiones de la junta de médicos especialistas que debía analizar el caso, ocurrido en octubre de 2016. De todos modos, por el momento no hay novedades de los resultados. El informe no habría llegado a la fiscalía a cargo de la investigación, informaron las fuentes judiciales consultadas.
“El viernes se terminó la junta médica. Ya hay una decisión y estamos esperando el resultado del informe de los médicos. En teoría ya tendría que haber llegado a la fiscalía, pero todavía no tenemos novedades”, explicó María Luna, mamá de Matías, y agregó: “Espero que los médicos hayan sido imparciales al momento de tomar una decisión”.
A pesar de las demoras en el caso, los familiares de Matías son optimistas de que pronto los responsables de la muerte del pequeño serán condenados en un debate oral y público. “Queremos que la causa sea elevada lo antes posible a juicio y que los médicos paguen por el asesinato de mi hijo y que sean condenados. Matías ingresó a una operación de amígdalas y adenoides que estaba programada. Los estudios pre quirúrgicos estaban correctos y él en perfecto estado”, aclaró Luna.
Matías falleció en la mañana de 25 de octubre de 2016 en la terapia intensiva de una clínica privada de la capital tucumana. Había sido operado cinco días antes.
“Salió en mal estado del quirófano. Desde allí lo llevaron a terapia intensiva. Estuvo cinco días en terapia y fallece por un infarto en la mitad del cerebro, supuestamente por un coágulo que se le infiltró. Pero nunca supieron decir porqué. Cuando Matías salió del quirófano en ese estado, les pedí que le hicieran una tomografía. Los pediatras me la negaron. Si lo hubieran hecho, yo lo tendría hoy a mi hijo porque se hubiera detectado que su cerebro no estaba funcionando bien. Algo pasó en el quirófano, no es posible que mi hijo haya entrado caminando y me lo devolvieron en un cajón”, recordó Luna.
“Al segundo día que mi hijo estuvo internado, vino el otorrino y nos ofreció plata a mí y a mi marido. Yo le dije que no necesitaba plata. Cuando el médico me ofreció plata me dí cuenta que las cosas estaban mal. El médico nunca dio la cara, hasta sacó la placa del consultorio. Tampoco en el sanatorio se hicieron responsables. Si es que hicieron las cosas bien, porqué se esconden así”, se lamentó.