Fue en el comienzo del jueves que Alvaro Mauricio Jiménez quedó a expensas de los delincuentes que le dispararon. Jiménez, de 34 años, llevaba el uniforme de policía como suboficial y empezaba con su rutina de trabajo en la división 911. Por eso había decidido enfrentar a dos delincuentes que acababan de asaltar a una mujer y que no le dieron tiempo a nada.
Dos impactos de bala atravesaron su cuerpo: ninguno de los proyectiles, sin embargo, afectarían órganos vitales por lo que el efectivo sigue internado en estado reservado pero con pronóstico de franca evolución.
Jiménez fue atacado tras toparse con los delincuentes en avenida Benjamín Aráoz y calle Gerónimo Cabrera, segundos después de que asaltaran a Cristina Noemí Consorski, de 38 años a la que le quitaron su cartera. Recibió uno de los impactos en el pecho (a la altura de la región lumbar), con orificio de salida; y otra, en el abdomen, antes de que los delincuentes se fugaran, vestidos con ropa de grafa, según los ocasionales testigos.
Todos ayudaron al policía tendido en el piso hasta que una ambulancia del 107 lo trasladó al hospital Centro de Salud donde permanece internado.
El cabo presta servicios en el 911 y reside en el barrio Fátima, en La Banda del Río Salí. En la división, todos esperan su regreso.
