Ocho años después de que los sudafricanos impusieran las cornetas de plástico conocidas como vuvuzelas cuando organizaron el Mundial, los rusos esperan que los hinchas celebren golpeando sus “lozhkas”, cucharas que producen un ritmo insistente pero más silencioso.
Estos instrumentos tradicionales, que son usados por músicos “folk” del país, ya se han convertido en un atractivo de las recepciones oficiales. Los seguidores menos hábiles podrán comprar un par de cucharas de plástico que ha sido adaptado, unido al final para dar golpes con más facilidad.
El diseñador Rustam Nugmanov obtuvo el respaldo del gobierno para producir una línea de coloridas “Cucharas de la Victoria”, reconocidas como el instrumento oficial del torneo.
La idea es marcar el ritmo, sin dominar totalmente los actos como lo hacían las vuvuzelas. También querían evitar el estruendo demoledor producido por los instrumentos de percusión “caxirola” de Brasil en el Mundial de hace cuatro años.