La Justicia de Concepción ordenó este viernes la liberación de tres de los cuatro sospechosos del crimen de Ornella Dottori, la adolescente de 16 años violada y asesinada en abril en Juan Bautista Alberdi.
Tras conocerse los resultados de las pericias del ADN hallado en el cuerpo de la joven, se dictó la medida, instrumentada por el juez de Instrucción Raúl Fermoselle, que favoreció a Damián “Pomelo” Fernández y a otros dos jóvenes conocidos como “Cabera” y “Bomba”.
En torno al crimen, continúan detenidos Gustavo “Perrito” Carretero, principal acusado del femicidio, y Erica Figueroa, apresada por falso testimonio.
La mujer fue quien involucró en el crimen a los tres sujetos ahora liberados, al asegurar ante la Policía que los había visto participar en el hecho. Sin embargo las pericias practicadas en muestras de ADN tomadas del cuerpo de la víctima no resultaron compatibles con el patrón genético de los acusados.
En cambio, el material genético sí resultó coincidente con el de “Perrito”. Con estas pruebas, se afianzó la hipótesis que postulaba que es el principal sospechoso en la violación y muerte de la adolescente.
Las palabras de la mujer habrían quedado desvirtuadas con las pericias y algunas contradicciones en las que habría incurrido. Por estos motivos, el fiscal Miguel Varela, quien interviene en la causa, solicitó su detención.
El muchacho conocido como “Pomelo”, que fue el primero en ser apuntado como sospechoso del atroz crimen lamentó su situación. “Mi mujer perdió un embarazo, gasté plata en abogado, y estar nombrado como violador y asesino, fue demasiado. Tuve que pagar algo en lo que no tengo nada que ver. Yo estuve en la cárcel a los 18 años, por droga y robo; mis antecedentes me condenaban, pero si quieren Justicia, que sea algo real, no que te metan preso por postración de rostro y apodo”, dijo Fernández, al programa Bajo la Lupa.
Además, dijo que no conoce a los otros detenidos. “Antes sabia que me había equivocado, en su momento me hice cargo de la condena, pero ser juzgado como violador y asesino fue tremendo, porque jamas le haría algo así a una mujer y soy inocente. Hace cuatro años que no caigo ni por una contravención. Estaba harto de caer preso”.