Bajo presión, el Gobierno debió aceptar una paritaria por encima de sus proyecciones inflacionarias para desactivar un paro nacional bancario de 72 horas que estaba previsto que comenzara hoy y se extendiera hasta el martes próximo.
La Asociación Bancaria (AB). el gremio que reúne a los trabajadores del sector, acordó anoche con las tres cámaras empresarias un aumento salarial de 23,5 por ciento anual. El entendimiento se ubica entre 6,5 y 11,5 puntos por encima de la inflación que previó el oficialismo en su ley de presupuesto (entre el 12 y el 17%) y 3,5 más del techo que trazó el Gobierno como pauta de referencia para este año.
Desde el Gobierno intentaron demostrar que la paritaria bancaria cerró por debajo del 20% al argumentar que el aumento por 2017 será de 19,5% y que el 4% restante representa compensaciones del año pasado. Sin embargo, ambos porcentajes serán remunerativos a enero de este año.
La negociación dejó un sabor amargo en el Gobierno porque creen que la pulseada con Sergio Palazzo, jefe de la AB, pudo haberse evitado. La paritaria estuvo a punto de definirse el año pasado, un día antes de la Navidad. Algo curioso: no existieron casi diferencias numéricas entre la negociación que se había truncado en diciembre y la que se definió anoche en la sede del Ministerio de Trabajo después de nueve horas de debate. Hubo apenas cambios retóricos que sirven al oficialismo para escenificar que el aumento no supera el 20%.
El acuerdo que homologó anoche el Gobierno contempla un aumento para los bancarios de 19,5% anual para 2017, según informaron allegados al ministro Jorge Triaca. El trato incluye dos cláusulas gatillo para reabrir la disputa en junio y en octubre en caso de que la inflación supere ese porcentaje. Pero en la misma acta queda constancia de un 4% adicional como compensación por el trato de 2016, que había sido de un 33%. El acuerdo es casi similar al borrador que había elaborado Carlos Melconian cuando todavía era presidente del Banco Nación y que había obtenido el aval del presidente Mauricio Macri.
Lo que echó por entonces para atrás la negociación que había iniciado Melconian fue la temporalidad del trato. Para el Gobierno, el alza debía ser de un 19,5% anual, como finalmente sucedió. El gremio, en cambio, pretendía que figurara el 4% adicional que había obtenido como compensación más otros adicionales, como el pago extra por el Día del Bancario (entre 21.600 y 39.000 pesos, según las categorías). Así, en los cálculos gremiales, el alza salarial trepaba a un 24,15% y llevaba el sueldo básico a $ 25.447.
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No logró el gremio incluir en la discusión un apartado que anticipaba otra batalla: planteó dejar abierto un canal de negociación para debatir “el impacto del impuesto a las ganancias” en los salarios. “Pretendemos que los bancos nos ayuden a morigerar el impacto que tiene el impuesto”, dijo un jerárquico de la AB.
La paritaria bancaria serviría como negociación testigo para el resto del sector privado. El acuerdo, que inicialmente no fue homologado por el Ministerio de Trabajo, pone en riesgo el plan oficial sobre la política salarial prevista para 2017. “Techo tienen las casas, no las paritarias”, desafió anoche Palazzo.
La paritaria paradigmática para el Gobierno sería la de los estatales bonaerenses, que obtuvieron un alza escalonada del 18% anual con una cláusula de reabrir la negociación en caso de que la inflación anual sea superior a ese porcentaje. Macri se refirió ayer en conferencia de prensa a las negociaciones salariales. Precisó que los acuerdos deberían cerrarse por “debajo del 20%”.
En la CGT entendieron el mensaje como la imposición de un límite y surgieron manifestaciones de rechazo. El reclamo por “paritarias libres” será uno de los ejes de la protesta callejera que prepara para el 7 de marzo.
Fuente: lanacion.com.ar