Rosa Graciela Lebbos, la hermana de Paulina Lebbos denunció que en un encuentro callejero y casual con el Senador Nacional José Alperovich, él la insultó. El hecho ocurrió en horas del mediodía del último martes en calle Virgen de la Merced segunda cuadra, y por la tarde inundó las redes sociales y la opinión pública tucumana.
Las declaraciones de los protagonistas no se hicieron esperar. Por un lado Alberto Lebbos, padre de la joven, contó algunos detalles sobre la denuncia que realizaron y sobre lo ocurrido. A las pocas horas el ex mandatario dio a conocer mediante un comunicado en su página web, su versión sobre la situación.
“Estaba por entrar a un negocio en la Rivadavia al 200 y se encontró con Alperovich, el tipo medio escupiéndole en la cara le dijo que era una puta y que ya iba a ver lo que le iba a pasar. Que le diga que no sabe, que no le conteste, pero como le va a responder así a una chica que todavía está conmocionada por lo que ha pasado, el homicidio de su hermana. Es un cobarde, una bestia. Después vinieron los guardaespaldas, se cruzaron las mujeres que estaban con él y mi hija se tuvo que refugiar en el negocio. Estuvo una media hora muerta de miedo”, dijo Alberto Lebbos a Tucumán Sin Filtro.
Por su parte ex funcionario parlamentario señaló que el hecho ocurrió en cercanías del departamento de sus suegros. “Ante la difusión que ha tenido en los medios de comunicación una información sobre supuestos dichos míos que es totalmente falso, es mi intención aclarar lo ocurrido. Este mediodía me encontraba junto a mi madre visitando a mi suegra, quien se encuentra en un muy delicado estado de salud, cuando una mujer, a quien no reconocí -y sólo después supe que se había tratado de Rosa Lebbos, hija de Alberto Lebbos- se acercó a hablarme de modo increpante. No llegué a escuchar ni comprender las palabras que me decía, o gritaba, y de ningún modo le respondí con las palabras que se han publicado, es más, no le he respondido nada en absoluto”, escribió en su sitio.
Finalmente dijo: “Simplemente estaba acompañando mi madre, que es una mujer mayor, sumado a esto la preocupación por la delicada salud de mi suegra. Lamento que una vez más se intenta calumniar y agraviar atribuyéndome palabras que nunca dije”.
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