Augusto Ayudarte vivió, quizás una de las peores noches del año el pasado lunes. Siguiendo con su rutina, Ayudarte llegó a las 23:30 al Hospital de Niños para cambiar el turno con su esposa y pasar la noche con su hija, que se encuentra internada. Antes de ingresar, dejó estacionado su Fiat Duna rojo sobre calle Ayacucho.
Cuando salí del hospital para dirigirse a su trabajo, el hombre se dio con que el auto no estaba en el lugar donde lo había estacionado. Preguntó en la Municipalidad si lo había llevado la grúa, pero no tuvo una respuesta afirmativa. Entonces se dio cuenta que el vehículo familiar había sido robado.
Ayudarte radicó la denuncia en la Brigada de Investigaciones, pero hasta el momento no tiene novedades sobre su auto. Según relató, el vehículo había sido comprado con mucho esfuerzo por la familia para trasladar a su hija al hospital, ya que sufre una complicada enfermedad.