En la solemne ceremonia del Tedeum realizada en la iglesia Catedral de Tucumán, el arzobispo Carlos Sánchez destacó la necesidad de fortalecer una educación integral e inclusiva. Acompañado por el gobernador Osvaldo Jaldo, Sánchez agradeció a Dios por el legado de los próceres y subrayó la importancia de la unidad y el esfuerzo conjunto para el bien común.
Sánchez resaltó el rol fundamental de los congresales de 1816, quienes, a través del diálogo y la superación de diferencias, lograron declarar la Independencia. “Este debe ser también nuestro compromiso hoy como argentinos”, dijo el arzobispo. “Pensar, buscar y hacer siempre el bien común por encima del bien personal.”
El arzobispo reflexionó sobre las riquezas naturales y culturales de Argentina y los desafíos actuales causados por la ambición y la injusticia. Recordó cómo, durante la pandemia, la Mesa de Diálogo Tucumán reunió a diversos sectores para diseñar propuestas concretas para el bienestar de todos los tucumanos.
Además, Sánchez recordó que el Papa Francisco convocó en 2019 a un Pacto Educativo Global para fomentar una educación que promueva la justicia y la paz. En este contexto, mencionó el Pacto Educativo Argentino, una iniciativa que busca fortalecer la educación integral e inclusiva en el país.
El arzobispo detalló los compromisos planteados por el Papa Francisco, como poner a la persona en el centro del proceso educativo, escuchar a los jóvenes, fomentar la participación de niñas y jóvenes, y educar para acoger a los más vulnerables. También destacó la importancia de la familia como primera educadora y la necesidad de proteger el medio ambiente.
Finalmente, Sánchez citó a Manuel Belgrano, subrayando la obligación de todos los sectores de la sociedad en la educación para prevenir la miseria y la ociosidad. Concluyó pidiendo la guía del Espíritu Santo y la intercesión de la Virgen de la Merced para lograr una educación que forme personas maduras y comprometidas con una Argentina más fraterna
Fuente: La Gaceta
