El Gobierno anunció la extensión de la cuarentena hasta el próximo 10 de mayo. Se trata de una etapa “distinta” en el combate para enfrentar la pandemia del coronavirus.
Antes de la presentación de la prórroga, el jefe de Estado se aseguró el respaldo de los gobernadores.
“Alguno de los objetivos que nos habíamos fijado, los hemos cumplido. Seguimos en medio de una pandemia que está azotando en todo el mundo. Acá no pegó tanto por todo lo que hicimos los argentinos y argentinas. Pero la pandemia también genera otros conflictos. Conflictos económicos y somos muy consciente de esos”, agregó.
“Sabemos que muchos argentinos y argentinas están necesitando volver a su vida cotidiana. Pero tenemos que dar ese paso siendo muy cuidadosos. Así como estamos trabajando en la cuarentena, estamos trabajando en el plano económico”.
“Nuestra mayor preocupación es que el día después queremos que la economía vuelva a recuperar su actividad tan pronto como sea. La pandemia ha golpeado la economía del mundo. Y la economía argentina ya venía golpeada desde el 10 de diciembre”, dijo el Presidente.
Por otro lado, Fernández informó que se autorizará a cualquier persona a salir a 500 metros de su casa para actividades recreativas, no deportivas, una hora por día.
Además, dijo que faltan dos etapas más en la cuarentena administrada que dispuso el Gobierno antes de levantar de manera total la medida.
“Tenemos previstas dos etapas más antes de que todo sea liberado. Se que hay mucha gente honestamente preocupada por volver al trabajo y abrir la economía. Yo prefiero que una fábrica no trabaje por estar en cuarentena a no que sea porque tiene los empleados enfermos. Es el tiempo que nos tocó”, dijo Fernández.
En la cuarta fase, que durará hasta el 10 de mayo inclusive, el Gobierno mantendrá el modelo de “cuarentena administrada”, aunque con una mayor flexibilización en las provincias y ciudades donde no hubo circulación del virus o en las que en los últimos días no se registraron casos de contagios.
En el área metropolitana -la Capital y el conurbano- y en las grandes metrópolis, donde vive casi la mitad de la población del país, como Mendoza, Córdoba y Rosario -y sus cordones urbanos- la situación no cambiará.