Durante el pasado mes de marzo Tucumán se vio sacudida por el caso de una niña de 11 años que cursaba un embarazo producto de la violación de la pareja de su abuela. Tras largos cruces políticos, mediáticos y judiciales, la nena fue sometida a una cesárea para interrumpir el embarazo y la bebé vivió apenas diez días.
Hace pocos días se conoció un caso idéntico en la provincia de San Juan: una niña de 11 años violada y embarazada por su padrastro. Como en Tucumán, organizaciones políticas, sociales y de Derechos Humanos también solicitaron que se aplique en la provincia cuyana el Protocolo de Interrupción Legal del Embarazo (ILE) para la niña abusada.
En horas de la mañana de hoy la niña fue finalmente sometida a la ILE y, de acuerdo a fuentes oficiales, se encuentra en proceso de recuperación, acompañada y contenida por el equipo interdisciplinario de profesionalesdel Hospital Rawson.
A través de un comunicado, autoridades del Ministerio de Salud indicaron que este caso se encontraba contemplado en los supuestos del artículo 86 inciso 1 y 2 del Código Penal.
Los citados artículos de la norma, que data de 1921, establecen que “el aborto practicado por un médico diplomado con el consentimiento de la mujer encinta no es punible si se ha hecho con el fin de evitar un peligro para la vida o la salud de la madre y si este peligro no puede ser evitado por otros medios; si el embarazo proviene de una violación o de un atentado al pudor cometido sobre una mujer idiota o demente. En este caso, el consentimiento de su representante legal deberá ser requerido para el aborto”.
La niña había sufrido el ataque sexual en la localidad sanjuanina de El Médano y por el hecho fueron detenidos su padrastro y su madre, como presunta cómplice. El caso fue descubierto cuando la menor se descompuso en la escuela Cristóbal Colón y, al ser trasladada a un puesto sanitario, se le detectó el embarazo.