En los últimos meses, la ola de asaltos que azota a la localidad de San Pedro de Colalao se agravó significativamente. Esta semana, un hombre de 90 años falleció por un accidente cerebrovascular (ACV) que sufrió tras agonizar dos semanas por ser víctima de un violento asalto. Este hecho movilizó a la comunidad, que hoy reclama su derechos a la seguridad.
El lunes a la tarde, vecinos y comerciantes de San Pedro de Colalao se organizaron con carteles y salieron a las calles de la villa para exigir seguridad tanto en las calles como en sus hogares. Denuncian que en los últimos meses la violencia en los hechos delictivos ha ido en aumento y que generalmente son a mano armada.
Los habitantes de San Pedro marcharon alrededor de la plaza principal y se detuvieron frente a la comuna, donde no había nadie debido al feriado, y se dirigieron a la comisaría. “Ningún policía salió para preguntarnos para qué marchábamos o qué queríamos”, declaró al diario Contexto Elva Mamaní, una de las manifestantes.
La mujer aseguró que cuando la movilización había finalizado, dos policías se acercaron a un grupo de personas que permanecía en la plaza. “Nos dijeron que el comisario pedía que se presente el cabecilla de la marcha. Nosotros les contestamos que no hay ningún cabecilla, que somos el pueblo pidiendo seguridad”, agregó Mamaní, indignada.
Hace al menos un mes que los vecinos exigen que alguien se haga cargo de la ola de inseguridad que padecen. El caso grave que colmó la paciencia de los vecinos fue el de Ángel Segovia, quien tenía 90 años y murió a causa de un ACV. Los vecinos dijeron que el hombre, que vive en las afueras de la zona urbana, sufrió ese ataque hace 15 días, cuando entraron delincuentes a su casa. “Lo ataron, lo amordazaron y lo encerraron. Le robaron todos sus ahorros que eran para la siembra, porque él vivía de su tierra y de sus animales, y una escopeta. El señor vivía en el campo, a unos seis kilómetros del centro”, explicó Mamaní.
“El jueves entraron a la casa de Pastor Lizardo y también le robaron la escopeta. Además, hay muchos hechos de los que no nos enteramos porque las víctimas no hacen la denuncia”, agregó la mujer. En ese sentido, reclamó: “queremos que cambien a la Policía porque la corrupción está ahí, lo primero que te preguntan antes de tomarte una denuncia es cuánto hay”.
Debido a esta problemática, comenzaron a reunirse cada jueves y analizar la situación. A ellos se les sumaron dos abogadas, Natalia García Salemi y Mónica López, quienes están trabajando en unificar las distintas causas para tramitarlas ante la Justicia.
“Por fin el pueblo tomó conciencia de la inseguridad que se está viviendo y decidió salir a la calle a pedir justicia y seguridad. Y obviamente una Policía eficaz, ya que solo hay dos oficiales en la comisaría que ni siquiera atienden el teléfono”, afirmó García Salemi.
“La gente se dio cuenta de que no solo les están robando cosas materiales sino también les roban el derecho de ser solidarios ya que cuando pasa un hecho delictivo nadie se anima a intervenir por miedo”, agregó la letrada, que también participó de la marcha.
Uno de los vecinos autoconvocados, Jorge Lizardo, contó que lograron entrevistarse con el Subsecretario de Seguridad de la provincia, quien se comprometió a brindarles respuestas efectivas en 30 días. Una vez terminado ese plazo, el grupo de habitantes de San Pedro decidirá qué medidas tomar en caso de no obtener respuestas favorables. Por ahora, no descartan llevar a cabo manifestaciones de mayor envergadura.