Aunque aún no hay información concreta y no se descartaron las hipótesis de que Daiana Garnica haya sido víctima de una red de trata de personas o que haya huido de su hogar, para la Justicia cobra fuerza la teoría de que la joven desaparecida desde hace más de una semana fue víctima de un crimen.
El principal sospechoso del caso, Darío Suárez, fue imputado por la Fiscalía II por los delitos de privación ilegítima de la libertad y homicidio.
La principal teoría que se maneja en Tribunales es que la joven de 17 años se reunió con su vecino -Suárez- el sábado 6, tras un intercambio de mensajes. Se estima que este habría sido el autor material del presunto crimen.
Los investigadores sospechan que podría haber contado con la complicidad de “Sapo” Pacheco, compañero de trabajo de Suárez en la cortada de ladrillos, y de Juan Mátar, jefe de ambos. Según trascendió, a estos dos se les habría imputado una supuesta participación en el crimen. “El Sapo” le habría comentado a sus allegados que estaba por quebrarse y a punto de contar lo que había sucedido ese sábado en la cortada.
Aparentemente, su idea era incriminar a Suárez y a Mátar; sin embargo, también se supo que existen elementos que lo incriminan. En sus uñas habrían encontrado rastros de sangre, que están siendo sometidos a estudios para determinar si son de Daiana.
Las sospechas de la Fiscalía II respecto de Suárez son compartidas por la familia de la muchacha. “Ha sido él, no pudo haber sido nadie más. tiene que decir dónde está Daiana, tienen que hacerlo confesar, si no para qué lo tienen. No es un sospechoso, el culpable es él y si no lo es, yo me voy a hacer responsable. ¿Qué espera la Justicia?”, había señalado Ramón Garnica, su padre. Sin embargo, tanto los parientes como los investigadores guardan una luz de esperanza. “Esperamos hallarla con vida”, confesó el fiscal Claudio Bonari.
El principal sospechoso declaró el sábado, durante tres horas, en el despacho principal de la Fiscalía II. Además de negar todos los cargos, dio un relato de lo que habría hecho el día de la desaparición de la joven. También declararon sus hermanos César y Miriam Suárez, ambos detenidos por supuesto encubrimiento. César juró que no tuvo contacto con Darío el sábado porque estuvo trabajando en una empresa de seguridad y mostró elementos que probarían sus dichos. Miriam admitió que hablaron por teléfono, pero aseguró que llamó a Darío sólo para decirle que lo estaban buscando y que se entregara.
Además, están detenidos la esposa de Darío Suárez, Yanina Alejandra Villareal; la hermana de ella, Elena; la suegra del acusado, Juana Rosa Funes; Mavi Castro, prima de Suárez; y Carmen Santana, otra presunta pareja del principal sospechoso. Todas ellas, acusadas de encubrimiento. Según el fiscal Bonari, habrían tenido actitudes para ocultar el crimen; y cayeron en contradicciones en sus declaraciones. Por otro lado, se supo que hay un pedido de captura para otros dos hermanos de Suárez y para otras cuatro personas que podrían tener algún tipo de vinculación con él.
La Justicia ordenó a los efectivos de la Regional Este que volvieran a la cortada para rastrillar nuevamente la primera zona en la que se buscó a Daiana. Allí también se revisó el tabique de ladrillos, pero no encontraron huesos ni dientes que pudieran aportar alguna pista sobre el destino de Daiana.
Se están peritando los celulares de los implicados y se esperan los resultados de las muestras de sangre que fueron tomadas en esa zona.
“Esta gente estuvo varios días dando vueltas sin abogado, sin saber ante quién reclamar, esto no puede pasar. Se aprobó una ley de patrocinio legal para las víctimas de violencia, pero no apareció un solo abogado a decirles ‘nosotros nos ponemos al servicio de la familia’; se aprobó una ley de emergencia en diciembre y todavía no tenemos ninguna noticia de qué presupuesto tiene y de qué se va a hacer con eso”, reclamó Hilda “Vicky” Disatnik, referente de la Casa de las Mujeres, acerca de cómo la Ley de Emergencia en Violencia de Género pudo haber ayudado a la familia de Daiana Garnica. “Hasta ahora hubo un silenciamiento de la ley pasaron cuatro meses y no se hizo nada”, agregó.
A modo de respuesta, la secretaria de Derechos Humanos de la provincia, Erica Brunotto, dijo: “se realizaron reuniones para realizar las reglamentaciones pendientes. El Observatorio de la mujer, la Secretaría de la Mujer, la Secretaría de DDHH, la Dirección de Recursos Humanos, la Secretaría de Gobierno, el Ministerio de Salud, la Policía y otras áreas del Ejecutivo están trabajando e implementando la ley de Emergencia. Al momento que la Legislatura convoque a la primera reunión se presentarán los informes”.