La medida adoptada es la consecuencia del “hartazgo” según precisó Sojo y señaló que el disparador fue que ayer decidió cerrar de manera definitiva hasta diciembre su local de la base del cerro Catedral, donde solo podía hacer take away, y ante las nuevas restricciones horarias que dispuso la provincia y el municipio en Bariloche.
Para el empresario las medidas restrictivas son “entendibles” ante el avance de casos en la ciudad que esta semana cerró con 223 activos pero considera que la clase política no comparte los sacrificios de la comunidad.
Sojo tomó la decisión como una medida en solitario y personal para sus locales, pero a partir de esta idea hoy otros comercios decidieron sumarse a la acción.
Explicó que la restricción horaria que rige desde hoy no afecta demasiado a su actividad porque solo deberá cerrar sus locales una hora antes de lo habitual, aunque admitió que es distinto el impacto en otros comercios como restaurantes o pizzerías a los que “esta medida los mata”.
Enfatizó que el sector privado de Bariloche lleva “muchos meses luchando para tratar de mantener nuestros proyectos y los empleos de quienes nos acompañan en ellos. Hemos gastado ahorros, tomado créditos y peticionado constantemente, para tratar de sobrevivir hasta que este virus pase”, indicó y cuestionó que al mismo tiempo los políticos “siguen percibiendo el 100% de sus ingresos, nos tratan como si fuéramos niños. Nos dejan discursos teóricos, retándonos por errores cometidos por toda la comunidad y amenazan a quienes necesitamos trabajar, dictando normas cada vez más complejas de comprender y cumplir”. /rionegro