Una jubilada de la localidad bonaerense de Burzaco sufrió un trágico final este domingo cuando delincuentes, que eran sus vecinos, ingresaron a su hogar y le taparon la cara con una almohada para que no gritara mientras la mataban a golpes.
La víspera de la Nochebuena encontró a Horacia García, de 88 años, volviendo después de haber ido a misa como todos los domingos a su casa en la localidad bonaerense de Burzaco. Pero esta vez, además de su esposo, la esperaban dos delincuentes que la mataron para robarle.
No eran desconocidos. Se trataba de dos hermanos vecinos de la víctima, de 20 y 27 años, que ya fueron detenidos por la policía. Uno de ellos había estado preso hasta hace un mes. De acuerdo a la investigación que pudieron hacer hasta ahora, se cree que ingresaron por el fondo de la vivienda, a través de una medianera baja de la casa de al lado, cuya dueña había muerto días atrás y se encontraba vacía.
Al marido de la mujer, un español de 92 años, lo golpearon y lo ataron a una silla en la planta baja de la vivienda. Ella se llevó la peor parte. La sorprendieron en su habitación, la tiraron sobre la cama, le taparon la cara con una almohada para ahogar sus gritos y le pegaron hasta matarla. “Uno de los golpes le fracturó el tabique”, detalló uno de los investigadores a los medios.
Dejaron todo revuelto pero sólo se llevaron un televisor, una tablet y un celular y escaparon, aunque no se fueron muy lejos. La policía detuvo ese mismo día a los hermanos Sergio y Ezequiel Rivarola durante una serie de allanamientos en el barrio. Los dos fueron acusados de “homicidio en ocasión de robo” y en las próximas horas serán indagados por la fiscal Laura Alfaro.