El desempleo es un problema en la Argentina, y mucho mayor entre los jóvenes. De acuerdo con datos privados, los jóvenes que no estudian ni trabajan, los llamados “Ni-Ni”, ya son más de un millón en el país. De ellos, hay 700.000 que ni siquiera buscan empleo.
Así lo estimó un relevamiento de la consultora especializada Adecco, que precisó que en la Argentina 1.082.400 jóvenes se encuentran enmarcados dentro de ese territorio, alejados del mundo del trabajo y del estudio. Según las cifras del informe, en el país hay 4,4 millones de jóvenes de entre 18 y 25 años, de los cuales 34,2% trabaja, 26,7% dedica su tiempo a estudiar, un 10,3% trabaja y estudia y un 3,3% estudia y busca trabajo. Por otro lado, un 24,6% de ellos no estudia ni trabaja (sobre ese porcentaje hay un 17,3% que no estudia, no trabaja y además no busca empleo).
La situación afecta de una manera más profunda a las mujeres. Entre los “Ni-Ni” que ni siquiera buscan empleo, 589.000 son mujeres y 179.000 son hombres.
A fines de agosto pasado, cuando el Indec difundió sus primeros datos oficiales de empleo en varios meses, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) presentó en Ginebra sus cálculos sobre desempleo juvenil. Los mismos indicaban que la región de América latina y el Caribe mostrará el índice más alto del mundo. Se esperaba entonces que este año llegue al 16,8% y que en 2017 alcance el 17,1%. Pero para la Argentina, la realidad es peor: en el segundo trimestre del año, la desocupación entre los menores de 29 años ya era del 18,9%, según cifras del mismo Indec.
En números absolutos, en 2015 había 8,5 millones de desempleados jóvenes en la región, una cifra que se espera que aumente hasta 9,2 millones este año y a 9,3 millones en 2017, indicó el documento de la OIT “Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo”.
El de los jóvenes no es el único problema estructural del mercado laboral argentino. El desempleo femenino fue del 10,5% en el segundo trimestre del año y superó así el nivel general, del 9,3%. Para los especialistas, no sólo tienen una mayor dificultad que los hombres para acceder a un trabajo, sino que además sus empleos son más precarios. Para el caso de las mujeres, la tasa de subocupación (aquellas personas que trabajan menos de 35 horas semanales por cuestiones involuntarias) fue del 13,9%, un dato más elevado que el que registraron los hombres (9,2%).
Según Adecco, casi siete de cada diez jóvenes argentinos no encuentra trabajo por falta de experiencia laboral y el 52% de los consultados admitió no trabajar de lo que estudió. Mientras un 87% afirmó haber tenido alguna experiencia laboral, el 76% reconoció haber trabajado de manera informal alguna vez.
Además, un 14% no posee el título secundario o universitario solicitado, un 10% no está en el rango de edad, el 5% afirma que le exigen idiomas y otros tienen complicaciones con el lugar de trabajo y la cercanía a sus hogares (3%). El 87% afirma haber tenido alguna experiencia laboral mientras que el 13% de los chicos nunca trabajó.
Los ocupados
Más de la mitad de los consultados admite no estar trabajando de lo que estudió (52%), ya que no encuentra empleo en su especialidad y necesita trabajar. Sin embargo, otro 37% busca trabajo dentro de lo que sería su profesión. Un 10% de los consultados, en cambio, toma cualquier tipo de empleo. La mayor dificultad que encuentran al buscar trabajo de lo que estudiaron es no contar con la experiencia requerida (54%), el 32% admite que no hay una alta demanda de su perfil en el mercado, el 9% no encuentra un sueldo acorde a su profesión y el 5% afirma que no lo capacitaron bien para ejercerla.
“Uno de cada tres jóvenes que se contratan en el país proviene del mercado informal. La Argentina tiene las mejores universidades de América latina, pero tiene las menores tasas de empleo joven en la región. Ese es un tema muy extraño y sobre el que hay mucho trabajo por hacer”, remarcó David Herranz, CEO Regional para Latinoamérica y director general de Adecco Argentina.
A la hora de buscar trabajo, los candidatos usan en mayor medida portales de empleo (64%), mientras que un 19% consulta en agencias. En menor medida utilizan diarios, sitios web directos de las empresas, algunos les piden ayuda a sus contactos, investigan redes sociales o se postulan en las bolsas de trabajo de universidades y escuelas técnicas. Todos los caminos son válidos para conseguir un trabajo.
Fuente: La Nación