Roberto Álvarez (40), el acusado acusado de matar a Miguel Alejandro Jiménez (32), embistiéndolo con su auto y aplastándolo contra la pared de una vivienda, seguirá detenido y quedó muy cerca de ser enjuiciado. El fiscal Carlos Sale, que lleva la adelante la investigación del caso, anticipó que pedirá que se lo condene a ocho años de prisión por el homicidio.
El 23 de julio del 2022, cerca de las 21, mientras el acusado estaba trabajando en el interior de su peluquería ubicada en Wenceslao Posse al 1.000, afuera del local se produjo una discusión entre Jiménez y una mujer con quien mantenía un vínculo sentimental, quien a su vez es prima del acusado.
Por ese motivo, el peluquero salió para interceder y alejar a la víctima del lugar, quien se retiró y amenazaba con volver y romper el automóvil del imputado, un Renault Sandero que estaba estacionado en la puerta del domicilio.
A los pocos minutos, Jiménez regresó trayendo un palo con el cual profería amenazas de ocasionar daños en el auto y a las personas. El acusado se subió a su auto y, con la intención de ocasionarle la muerte, lo puso en marcha y embistió a Jiménez a alta velocidad, impactando el cuerpo de la víctima contra la pared de una casa vecina, lo que causó su fallecimiento.
El auxiliar de fiscal Miguel Fernández indicó que la investigación de la causa se encuentra culminada, razón por la cual ya se presentó el requerimiento de apertura a juicio oral y público. Además, precisó que la pretensión punitiva provisoria del MPF es de ocho años de prisión efectiva, por considerarlo presunto autor del delito de homicidio simple.
En ese sentido, Fernández demandó que se prorrogue la prisión preventiva del peluquero por el plazo de 42 días (hasta el 29 de diciembre). La jueza interviniente resolvió aceptar parcialmente la medida y la otorgó hasta el 1º diciembre, recomendando agendar hasta esa fecha la audiencia de control de acusación y admisibilidad de la prueba.
Durante otro tramo de la audiencia, César Avellaneda, defensor del imputado solicitó la entrega del auto secuestrado, a lo que la Fiscalía se opuso. “El secuestro de este auto tiene una valoración muy diferente a lo que puede ser en otro tipo de proceso. Ese vehículo es lo que juzgamos como el arma homicida. Es el medio seleccionado por el imputado para dar cumplimiento con su plan criminal. Eso lo coloca en una situación de que sea sujeto a decomiso, a la luz de la declaración de una eventual condena”, argumentó Fernández. Al comunicar su resolución, la magistrada rechazó el pedido de la defensa.
