La tercera jornada del juicio oral y público por el crimen de Fernando Báez Sosa dejó como una de las escenas más fuertes el testimonio de Pablo Ventura, el joven al que los acusados intentaron implicar en el asesinato y que finalmente fue sobreseído tras estar cuatro días detenido. Pero más allá de los dichos del joven, el dato llamativo del día fue la actitud que los rugbiers acusados, quienes se mostraron algo más distendidos en comparación con lo sucedido durante el lunes y el martes y, según se señaló desde la prensa, se rieron ante la presencia de Ventura y su testimonio.
“En esta primera parte de la jornada hubo un clima bastante más distendido por parte de los acusados, que no entendemos por qué se da porque están cada vez más comprometidos”, contó Leonardo Godoy, periodista de A24 enviado a Dolores, que sigue diariamente los detalles del juicio.
Consultado sobre la versión que indica que entre los ocho acusados -Máximo Thomsen, Ciro, Lucas y Luciano Pertossi, Matías Benicelli, Enzo Comelli, Blas Cinalli y Ayrton Viollaz– hubo risas en el momento en el que Ventura prestaba testimonio, el periodista contó que los medios se ubican por detrás de ellos, sin poder verlos de frente. “Lo que pude observar son varios momentos de conversaciones, de miradas, uno acercándose más a otro”, relató.
Respecto de estas versiones, ratificadas por otros cronistas presentes en la sala, quienes inclusive señalaron que en el momento en que se anunció que Pablo Ventura sería el primer testigo en declarar uno de los imputados habría tenido una “mueca de sonrisa”, el abogado Fernando Burlando se mostró tajante.
“Estoy a muy corto tiempo de empezar a insultar a todo el mundo. Yo me pregunto de qué se ríen, aunque se rían por una cuestión que no tenga nada que ver con el juicio, en esto, que es un templo, que es la sala de audiencia donde están los papás de Fernando”, expresó Burlando, que representa a los padres de Fernando Báez Sosa.
“Si hicieron eso, son unos reverendos hijos de puta”, concluyó el letrado.