Un grupo de jóvenes que participa de los talleres del centro cultural y educativo “Tecnoteca” de Villa María, Córdoba, creó un ajedrez adaptado para personas no videntes a través de la impresión 3D con referencias en braille al costado del tablero y piezas con detalles, lo que amplía el acceso a este juego con tecnologías que abaratan los costos, según destacó el responsable del proyecto.
“El ajedrez ya fue entregado al Instituto Elizalde para personas con problemas de visión, y ahora estamos trabajando en otro diseño para aplicarle un módulo de audio y armar un tablero parlante. Así los chicos aprenden sobre informática y robótica, y además contribuyen con la tecnología inclusiva”, contó a Télam Gustavo Cierra, coordinador de actividades en la Tecnoteca.
La iniciativa surgió cuando responsables de la secretaría de Inclusión de Villa María visitaron los talleres de la Tecnoteca con motivo de colocar carteles en braille en los baños de las dependencias.
Ariel Vottero, director de la Tenacoteca -que depende de la secretaría de gobierno de la Municipalidad- contó: “En esa reunión nos dimos cuenta que podíamos imprimir en 3D los carteles al utilizar el programa de diseño Tinkercad a un costo diez veces menor“.
Fue en ese encuentro donde los responsables de la secretaría también les hablaron sobre la necesidad que tenían unos chicos ciegos que querían participar del Club Municipal de Ajedrez, pero que lo “único que tenían eran unos piquitos debajo de las piezas para que no se cayeran”, agregó Cierra.
Por eso se les ocurrió armar un tablero con impresión 3D y utilizar diseños desde plataformas con licencias libres que abaratan los costos, subrayó el responsable, quien además mencionó al resto del equipo de trabajo: Emmanuel Allasia (que hace los diseños), Marcelo Ghezzi (encargado del ensamblado de las piezas) y dos estudiantes de sexto año de una escuela local. “Así comenzamos, y durante el proceso nos íbamos imaginando los problemas para crear las soluciones”, resumió el coordinador de actividades de la Tecnoteca, que brinda talleres gratuitos “para igualar el acceso a la tecnología para todo el público”.
En un mes, el equipo desarrolló el tablero para el cual diseñó e imprimió los cuadros de color oscuro, mientras que los blancos quedaron en subnivel. Además, los hicieron con un agujero en el centro para que se puedan encastrar las piezas. “En los bordes del tablero colocamos las referencias con números, letras y también braille. Todo esto fabricado con impresión 3D”, explicó Cierra, y añadió que en las bases de todas las piezas pusieron un vástago (también impreso en 3D) para poder encastrar en el tablero.
El diseño de las piezas las buscaron en plataformas web, donde se suben archivos con licencias libres, y luego las adaptaron para lograr el modelo que querían: “a las piezas oscuras las editamos y les dimos terminación puntiaguda, a diferencia de la terminación roma de las piezas blancas, para que las personas no videntes puedan diferenciarlas“, según contó el coordinador. Por otro lado, imprimieron los ornamentos para ordenar las piezas y les dieron un aspecto de castillo medieval, que sirve como ordenador. Así las piezas y el tablero quedaron en blanco y violeta, mientras que las referencias quedaron en amarillo y violeta.
En cuanto a proyectos futuros, Cierra comentó que surgió la idea de colocar las nomenclaturas de las calles en braille a través de impresión 3D. Para lo cual ya están dialogando con el Concejo Deliberante, además de una investigación respecto de materiales nuevos y resistentes a la intemperie.