La causa que se sigue por un homicidio y amenazas a un testigo del hecho dio un giro inesperado: al parecer, las personas detenidas por este hecho habrían pagado sobornos al personal de la ex Brigada de investigaciones para recibir privilegios en el lugar donde se encuentran alojados.
Los familiares de un testigo clave de un homicidio, que estaba detenido por un robo en la Seccional 4ª, se presentaron en Tribunales y denunciaron ante la Fiscal Adriana Giannoni que estaban recibiendo mensajes del supuesto autor del crimen, quien estaba alojado en la Alcaldía del edificio que está ubicado en Junín al 800.
De acuerdo a fuentes judiciales, los mensajes intimidatorios se habrían enviado desde un celular que no deberían haber estado en poder de los detenidos. Por este motivo, desde la fiscalía solicitaron que se realicen una serie de allanamientos en diferentes dependencias policiales para dar con el aparato.
De los allanamientos se incautaron doce teléfonos celulares. Giannoni ordenó que se analizara cada uno de ellos para encontrar al aparato desde el cual se habían enviado esos mensajes. De esas pesquisas surgieron indicios de que los detenidos habrían pagado sobornos para tener ciertos privilegios en el lugar donde están alojados. Además, los detenidos, también por la vía del soborno, habrían evitado su traslado al penal de Villa Urquiza.
La fiscal Giannoni se declaró incompetente y remitió todas las actuaciones a Mariana Rivadeneira.
