El gobernador Osvaldo Jaldo logró desactivar el paro por tiempo indeterminado que la Federación Obrera Tucumana de la Industria del Azúcar (Fotia) había ratificado anoche. Tras una jornada de intensas negociaciones sin acuerdo sobre el aumento salarial, Jaldo citó a las partes para una reunión esta mañana a las 8 en su despacho, logrando que Fotia levantara la huelga.
Durante la mañana de ayer, Jaldo se reunió con representantes del sector industrial y sindical en la Casa de Gobierno, donde ambos destacaron su disposición a negociar. Más tarde, realizaron una conferencia vía zoom con autoridades de la Secretaría de Trabajo de la Nación, pero no lograron conciliar cifras.
Fotia había iniciado un paro el sábado, a pesar de la conciliación obligatoria, afectando a nueve ingenios. Esto provocó advertencias de posibles sanciones, incluida la quita de la personería jurídica.
Fotia demanda un aumento del 165%, elevando el salario mínimo a $821.000 retroactivo a mayo. El Centro Azucarero Regional de Tucumán (CART) ofrece un básico de $310.133 más una asignación no remunerativa, alcanzando un sueldo de $620.266. Para julio, este monto no remunerativo se incrementaría, totalizando $713.306 para la categoría más baja.
El paro fue acatado por nueve de los 13 ingenios en actividad. La situación también retrasó la molienda en el ingenio Ñuñorco, que tenía previsto comenzar hoy. En contraste, otros ingenios como La Florida, Cruz Alta, Aguilares, La Trinidad y Famaillá continúan operando.
Roberto Palina, secretario general de Fotia, había confirmado la medida de fuerza antes del llamado del gobernador, criticando la falta de propuestas del CART y subrayando la disposición a negociar por un salario digno.
Por su parte, Juan Carlos Mirande, presidente del CART, destacó que el paro afecta económicamente al sector azucarero y, especialmente, a los trabajadores que no recibirán sus jornales diarios. Señaló que la medida podría impedir la cosecha de toda la caña plantada, causando grandes pérdidas económicas.
Jorge Feijóo, presidente del Centro Azucarero Argentino (CAA), calificó la situación como lamentable y enfatizó la importancia del diálogo. Indicó que propuestas razonables ya habían sido aceptadas por otros sindicatos, subrayando la necesidad de evitar riesgos adicionales a una zafra prometedora.