Los intendentes y gobernadores de diversas provincias se están organizando para consensuar un precio unificado para el transporte público en medio de la eliminación de los subsidios dispuesta por el gobierno de Javier Milei en respuesta al fracaso de la ley ómnibus. La medida contempla establecer un boleto de colectivo unificado en 1.000 pesos, en un intento por mantener el servicio y trasladar el peso del ajuste al gobierno central.
La negociación involucra a líderes del peronismo, de Juntos por el Cambio y a la Federación Argentina de Municipios, liderada por Fernando Espinoza. También participan jefes comunales del radicalismo y miembros de un grupo que rechazó la quita de subsidios y amenazó con recurrir a la Justicia.
La precipitación de las comunicaciones entre gobernadores e intendentes fue motivada por la eliminación repentina de los subsidios al transporte público. Además de rechazar públicamente la medida, comenzaron a discutir alternativas para mantener el servicio en las ciudades.
La estrategia es establecer un boleto unificado para evitar discrepancias de precios entre distintos distritos y trasladar el impacto político del ajuste a Javier Milei. A pesar de las diferencias en las estructuras de costos del transporte público en cada ciudad, los líderes políticos buscan una acción conjunta.
La próxima semana, los intendentes de varias provincias se reunirán en Buenos Aires para definir un precio unificado y expresar su posición. La Federación Argentina de Municipios emitió un comunicado expresando su preocupación por las medidas del gobierno nacional y destacando el impacto negativo de la eliminación de los subsidios en los usuarios del transporte público.