Hay personas que sueñan con que le paguen por dormir. Algunos van un poco más allá y su anhelo máximo es que le paguen por no hacer nada.
Y aunque suene increíble, hay alguien en el mundo que gana casi 2 millones de pesos mensuales por no hacer nada y denunció que es su trabajo lo están discriminando.
Su nombre es el irlandés Dermot Alastair Mills, un director financiero que se volvió noticia en el mundo porque le pagan alrededor de 130 mil dólares ($ 22.083.295) al año por almorzar y leer el diario. Es decir, $ 1.840.274 al mes
Este hombre se desempeña como gerente de finanza de Irish Rail, la empresa que administra la red ferroviaria nacional de Irlanda, y denunció que sufre discriminación porque en su trabajo le pagan, pero “no hace nada en todo el día” para ganárselo.
Tan en serio es su reclamo que elevó su queja ante las autoridades gubernamentales. Al presentar la queja ante la Comisión de Relaciones Laborales de Irlanda (WRC) relató un día de su rutina laboral.
“Compro dos periódicos, el Times y el Independent, y un bocadillo. Entro en mi cubículo, enciendo mi computadora, miro los correos electrónicos. No hay correos electrónicos asociados con el trabajo, ni mensajes, ni comunicaciones, ni comunicaciones con colegas”, sostuvo.
Su “pesadilla” comenzó en 2014, cuando hizo una denuncia sobre la contabilidad de la empresa. Desde entonces, progresivamente fue relevado de todas sus funciones, hasta el punto de que ahora pasa la mayor parte de sus días almorzando y leyendo.
“Me siento y leo el periódico y como mi sándwich. Luego, alrededor de las 10:30 de la mañana, si hay un correo electrónico que requiere una respuesta, lo respondo. Si hay trabajo asociado con eso, yo hago ese trabajo. Diría que si tengo algo que me obliga a trabajar una vez a la semana, estaría encantado”, afirmó.
Según indicó, antes de su declive – un periodo que va del 2000 hasta la crisis financiera mundial del 2009- tenía la responsabilidad de los presupuestos de capital por valor de unos 261 millones de dólares.
De hecho, en 2010 fue ascendido, pero su carrera comenzó a desmoronarse en 2013, cuando presuntamente lo acosaron para que entrara en un nueva función y lo obligaron a tomar licencia por enfermedad de tres meses.
Cuando regresó de la licencia, Mills notó “ciertos problemas” con los deudores y envió un informe de “buena fe” al director ejecutivo de Irish Rail en marzo de 2014, antes de hacer una divulgación protegida al Ministro de Transporte.
Desde entonces, sus responsabilidades en la empresa se recortaron, al igual que el presupuesto de su área. “Empecé con lo que parecía un mandato razonable en 2013 y 2014 (10 millones de dólares). De forma lenta, pero segura, se redujo a nada (menos de 500 mil dólares)”.
Mills dijo que cuando su abogado dijo que le pagan “por no hacer nada”, está hablando de usar sus habilidades. El gerente financiero agregó que se siente “aislado” y que fue excluido de las reuniones de la empresa y de las oportunidades de capacitación.
Su caso está siendo analizado por la Comisión de Relaciones Laborales de Irlanda y el organismo ya programó una audiencia para principios del 2023.