Tres agentes de la Dirección de Investigaciones Criminales y Delitos Complejos observaron a un hombre que intentaba abrir la puerta de acceso de uno de los edificios de calle Santa Fe al 800, a la vuelta de donde se encuentra la Unidad Regional, en pleno Barrio Norte.
Al notar una actitud extraña del hombre, los efectivos se acercaron al edificio para constatar lo que estaba ocurriendo. Al llegar no encontraron al hombre, por lo que decidieron tocar los timbres. Una mujer de 34 años fue la primera que respondió. Fue ella quien revisó las cámaras de seguridad y detectó que el sospechoso no vivía allí.
Con la colaboración del portero, los efectivos rastrillaron la propiedad hasta encontrar al sospechoso escondido en el subsuelo. Al revisar al hombre de 33 años se le extrajo un manojo de llaves utilizadas para abrir la puerta de acceso.
Fue en ese momento cuando ocurrió algo particular de este episodio: el portero reconoció al sospechoso como la persona que hacía unos meses quedó registrada por las cámaras después de que se produjeran dos robos en el edificio. La Fiscalía de Robos y Hurtos N° 2 ordenó su detención.