Después de la tragedia protagonizada por la oficial de policía Cinthya Romina Benedetti, que se quitó la vida después de haber asesinado al agente Franco Piqueras, se conoció que la mujer ya había sido denunciada por una ex pareja por acoso y amenazas y que tras realizarle pericias psicológicas, había sido reintegrada a su labor.
Benedetti habría tenido varios problemas con parejas anteriores, que también eran policías. Así, se llegó a saber que por una pelea con una compañera por un hombre, habría sido trasladada desde la seccional 1° a la 7° y cuando se desempeñaba allí fue denunciada por un colega en diciembre de 2014. El denunciante, que habría sido compañero de ella en la Escuela de Policía, dijo que Benedetti amenazó con matarlo y suicidarse si es que no retomaban la relación amorosa que habían entablado y que él daba por finalizada.
Tras esa amenaza, sus superiores actuaron de inmediato y le quitaron el arma reglamentaria por precaución. También se le ordenó que fuera atendida por una junta médica. El proceso comenzó en febrero de 2015. Además de entrevistarla, tres profesionales de la Policía le ordenaron que realizara un tratamiento psicológico.
En abril, luego de que dos médicos y un psicólogo de la fuerza analizaran su caso, se le devolvió el arma, y para eso el informe de la psicóloga que la atendió fue determinante.
Ahora se supo que la mujer no habría tenido un seguimiento psicológico después de ese episodio.
El informe psicológico redactado el 17 de abril de 2015 sobre el estado de la Oficial Benedetti fue firmado por Natalia Ortega Córdoba, agente licenciada en Psicología; Dr. Hugo Ricardo López, comisario inspector médico; y Juan Carlos Rotger García, agente médico.
Esas personas son las que actualmente están siendo investigadas por la fiscal Adriana Giannoni, que los citó para que expliquen por qué tomaron la determinación de devolver el arma reglamentaria a la mujer y que les presenten todos los antecedentes del caso.
En el estudio al que fue sometida en ese momento, calificaron a Benedetti como lúcida en tiempo y espacio, con funciones psíquicas superiores conservadas y que tenía una personalidad extrovertida y avasallante. “Al momento de realizada la entrevista psicológica, no se observaron rasgos de patología manifiesta, negando parcialmente los hechos acontecidos”, se pudo leer en el documento.
En el escrito también se menciona un informe realizado por una psicóloga particular. “Paciente con pronóstico muy bueno, ya que posee gran sentido de la responsabilidad, de una buena escala de valores y buena aceptación a los cambios dentro de un marco de respeto y valorización”, se lee.