Una mujer vivió una situación insólita luego de que sufriera una agresión por parte de sus vecinos que arrojaron piedras a su casa debido a ser un caso sospechoso de COVID-19. La increíble situación fue denunciada ante las autoridades del INADI quienes derivaron el caso al Ministerio de Seguridad.
Desde esa cartera, se planifica una coordinación a fin de ocuparse del tema a través del Programa “Relaciones con la Comunidad”.
“Es muy difícil y doloroso lidiar con las dos cosas: la enfermedad y la falta de empatía de la gente”, expresó K. al contar que vecinos de su madre, que vive en El Manantial, arrojaron piedras a su domicilio después de que se difundiera en las redes sociales que se hizo el hisopado.
“Divulgaron nuestros datos y fotos, nos llamaron por teléfono insultándonos, preguntándonos detalles muy personales y nos siguen llamando hasta ahora”, expresó la mujer de 40 años que está internada tras dar positivo.
Tras interiorizarse sobre su denuncia, el titular del INADI Pablo Gutiérrez se puso en contacto con la mesa interministerial desarrollada en el marco del programa “Relaciones con la Comunidad” coordinado por la subsecretaria de Coordinación Institucional e Interjurisdiccional Mariela Domenichelli, para coordinar una intervención adecuada.
“Cuando lo que ocurre va más allá de un acto de discriminación y se convierte en un hecho de violencia, es necesario que el Ministerio de Seguridad y el Ministerio Público Fiscal intervengan para que las situaciones no pasen a mayores. Con el Ministerio de Seguridad se trabaja para llevar tranquilidad a las víctimas y concientizar a la sociedad. A partir de esta denuncia se trabajó con personal de la Comisaría de El Manantial y tuvimos resultados con rapidez”, explicó Gutiérrez.
“Además de las víctimas de violencia, buscamos ayudar a los trabajadores y personal de salud que batallan en primera persona con el virus y que a veces sufren hostigamiento. Por ello, llamamos a la sociedad a ser conscientes para que traten de sensibilizarse y solidarizarse con aquellos que están padeciendo este virus que no discrimina. Uno no busca al virus, lo adquiere, y en el periodo de aislamiento debemos tratar de ayudar al vecino y darle una mano para que salga del duro trance que implica estar enfermo”, destacó.
La historia de K.
K.J. está internada en el Hospital Centro de Salud desde que descubrió que presentaba síntomas de la enfermedad 11 días atrás. Inmediatamente informó a las personas con las que había interactuado desde el 4 de agosto, y todos se sometieron a los estudios correspondientes. Solo su hermana dio positivo, pero incluso antes de tener los resultados, ellas y su madre fueron víctimas de graves agresiones y acusaciones de parte de vecinos.
“Mi mamá, que tiene 58 años y vive sola, comenzó a recibir agresiones. Tiraban piedras en su casa durante las noches, y pasó muchos días encerrada llorando por miedo a que la agredan. Mi hermana recibió amenazas por teléfono y no sabe cómo consiguieron su número. Amigos y conocidos las apoyaron porque saben que fuimos muy responsables y cuidadosos”, explicó K., que debe realizarse un segundo hisopado la semana siguiente y si da negativo, regresará a su casa.
“Estoy muy agradecida por la respuesta que tuvimos del INADI y del Ministerio de Seguridad después de lo que pasó, y espero que las personas tomen conciencia de cómo puede afectar a las personas este tipo de conductas”, señaló.