Minutos después de que el Senado le cerrara el paso al proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo y mientras centenares de miles de personas se desconcentraban en Plaza Congreso, un grupo reducido comenzó a tirar piedras contra el palacio legislativo.
La represión no se hizo esperar y fue de la mano de la Policía Motorizada, que llegó hasta la esquina de Callao y Rivadavia para repartir palos, en sincro con los uniformados que estaban parapetados detrás de las vallas y desde allí dispararon balas de goma y gases lacrimògenos.
Por los hechos hay al menos ocho detenidos (siete hombres y una mujer), además de una joven herida que fue atendida (con bastante demora) por el SAME.
En tanto, y como una postal relacionada a los servicios que sigue reiterándose manifestación a manifestación, un fotógrafo denunció que fue golpeado por un policía de civil que se hizo pasar por colega y luego de la trompada que le propinó se escondió entre un grupo de oficiales.