Este fin de semana, las autoridades de Tucumán frustraron un intento de huelga por parte de algunos miembros de la Policía de la provincia, quienes expresaban su descontento con las negociaciones salariales en curso. La rápida acción de la fiscala Mariana Rivadeneira y sus colaboradores condujo a una investigación que resultó en la identificación de los organizadores y una serie de detenciones y allanamientos.
El inicio de la investigación se produjo cuando el jefe de Policía, Joaquín Girveau, recibió información sobre la organización de un reclamo salarial policial a través de redes sociales. La fiscala Rivadeneira coordinó con las autoridades policiales para intervenir y detener a los presuntos líderes del movimiento.
Cuatro individuos, incluidos tres efectivos y un civil, fueron detenidos bajo cargos de instigación al delito. Según se ha informado, los detenidos son Carlos Alberto Córdoba, Walter Federico Moreno, Juan Eduardo Adrián Chebbib y Héctor Eduardo Coria. Además, se llevaron a cabo 19 allanamientos en diferentes áreas de la provincia. Aunque algunos sospechosos quedaron en libertad, se les informó que están siendo investigados y se confiscaron sus dispositivos electrónicos para un análisis forense por parte del Equipo Científico de Investigación Fiscal.
El gobernador, Osvaldo Jaldo, se manifestó sobre el incidente, asegurando que no tolerará ninguna acción que atente contra la democracia ni las instituciones. Prometió que los responsables serán llevados ante la justicia y expulsados de la fuerza policial. Jaldo elogió la colaboración entre el gobierno y la justicia para salvaguardar la paz y la democracia en la provincia.
Se descubrió que al menos cinco civiles, señalados como partícipes del intento de huelga, son empleados del gobierno provincial. Se investigará su relación con los efectivos policiales y su participación en la organización del movimiento.
El caso continúa bajo investigación, con la determinación de perseguir cualquier intento de generar caos en la provincia.
