“Mis vecinos saben que mis hijos no salen a ningún lado, no juegan en la vereda porque no tienen amiguitos en la cuadra, son ellos los únicos chicos”, señaló
“Mi vecina me dice que mi hija se fue hasta mi abuela, que iba con unos gatitos y que salió en un momento porque se habían escapado los animales aparentemente. Esto habrá sido 10 minutos antes que mi mamá me llama para avisarme que mi hija no estaba. Ya alguien se la había llevado”, describió la madre
“Salimos a buscarla desesperadamente, mi papá en el auto, mi hermana y mi hermano a pie. La encontraron a los pocos minutos, quizás fue media hora como máximo. Estaba lastimada, cortada, con la ropita sucia y golpeada. Una vecina fue la que la encontró a dos cuadras de mi casa y me la traía de la manito”, contó Carolina antes de que el llanto le quitara el habla. “Fue tarde, fue en menos de media hora todo”, sintetizó.
Previamente la mujer había explicado que la Fundación Ayuda al Niño Necesitado (FANN) la estaba acompañando y conteniendo. “La gente del FANN, los asistentes sociales y los vecinos nos están acompañando porque saben la clase de personas que somos. Mi mamá es una mujer que no deja ni un segundo a mis hijos sin mirarlos cuando yo no estoy. No salen ni a la vereda si no los ve ella”, aseguró.
Lucía Carrasco, en representación de la fundación también pidió justicia por la pequeña víctima. “Nos enteramos esta mañana que una de nuestras alumnas, que viene a la fundación desde bebé, había sufrido un ataque aberrante. Estamos destruidos, lo que pedimos es justicia para ella, porque creemos en la Justicia. Les pedimos por favor que actúen rápido y que si realmente los responsables son estas dos personas a las que acusan, que vayan a prisión. Por favor”, indicó la mujer que acompañaba a la familia de la niña en nombre de la comisión directiva de la fundación. “Se trata de una familia excelente, los abuelos se hacen cargo de los dos niños cuando la madre sale a trabajar”, agregó.
Disturbios
Fuentes policiales que supervisaban que la manifestación se realizara pacíficamente, informaron que los sospechosos estaban identificados por las acusaciones realizadas pero que hasta el momento no habían sido localizados. Desmintieron que los acusados hubieran sido capturados y liberados.
Cuando el ocaso comenzaba a caer, un grupo de manifestantes se peleó con los uniformados porque habrían intentado acercarse a la vivienda de uno de los acusados para incendiarla. La Policía no permitió que el presunto ataque a la propiedad se concretara. Más tarde se blindó la zona.
Antes, en determinado momento de la tarde, alguien contactó por videollamada a la niña con sus familiares, que estaban manifestándose. Una multitud se acercó al teléfono para ver a la pequeña víctima. “Abu, ¿a los gatitos los pudiste encontrar?”, se pudo escuchar. “Yo los tengo en mi casa mi amor, quedate tranquila”, respondió la mujer entre lágrimas. Con ese breve diálogo, la inocencia de la criatura hizo llorar a las personas que se habían acercado al aparato para saludarla.