Un grupo de cibercriminales llamado Rhysida cumplió sus amenazas y expuso información muy confidencial, alrededor de 850 GB, perteneciente a las personas beneficiarias del Programa de Atención Médica Integral (PAMI). Esta filtración masiva ocurrió en la dark web, donde compartieron más de un millón y medio de archivos del PAMI en las últimas horas.
Estos atacantes habían hackeado la seguridad del PAMI a principios de agosto y habían advertido que divulgarían los datos si no se les pagaba un rescate. Los archivos robados, alrededor de 1.6 millones, contienen mucha información importante, como historias médicas, análisis y detalles personales de los beneficiarios. También se filtraron cosas internas del PAMI, como registros de proveedores y documentos de contratación.
No solo cifraron los archivos del PAMI, lo que hizo que el sistema se paralizara y afectara a las personas afiliadas, sino que también pidieron un rescate de 25 bitcoins, que es más de 650 mil dólares, para no liberar la información. Decían que tenían aún más datos de los que ya habían compartido, más de 1 TB, habían dicho días antes. Para hacer el ataque, usaron una táctica común en el mundo cibercriminal, llamada ransomware, que les permite entrar a datos privados en dispositivos infectados y desactivarlos.
Es importante mencionar que antes de esto, otros organismos gubernamentales como la Comisión Nacional de Valores (CNV), el Registro Nacional de Personas (Renaper) e incluso el Senado de la Nación habían sido víctimas de ataques similares, lo que resultó en la filtración de sus bases de datos.
Dado que mucha información fue expuesta por Rhysida, se aconseja a las personas beneficiarias del PAMI que tomen precauciones:
– Solo usar los canales oficiales del PAMI para comunicarse.
– No dar información personal ni contraseñas por teléfono.
– Tener cuidado al verificar quién envía los correos electrónicos, recordando que la dirección oficial termina en *@pami.org.ar*.
