Germán Alfaro, intendente de la capital, después de escuchar a grupos que protegen a los animales, decidió detener por completo un proyecto de ley que había sido aprobado por el Concejo Deliberante de San Miguel de Tucumán. Este proyecto tenía la intención de crear un lugar llamado “Centro Municipal de Salud Animal y Zoonosis”.
El Intendente emitió un decreto, número 5678, en el que expresó su oposición a la creación de lo que se conoce como una “perrera municipal”. Su razón principal fue que considera a los animales como seres con sentimientos y derechos.
En el decreto, se dice que establecer un refugio para perros callejeros sería un paso atrás y recordaría tiempos en los que los animales eran tratados de manera muy cruel. Habría captura de perros en las calles, lo cual es inaceptable en la actualidad.
El decreto también explica que cuando las mascotas son alojadas en refugios, pueden mostrar cambios en su comportamiento en un corto período de tiempo. Pueden volverse más nerviosas y hacer movimientos repetitivos. Esto afecta seriamente su salud y bienestar.
Se menciona que los refugios para perros tienen un ambiente que causa estrés a los animales. Hay razones como la separación de otros animales, ruidos fuertes, limitación de espacio y falta de control, que hacen que sea un lugar estresante para ellos.