El Tribunal Oral Federal (TOF) continuó hoy con el juicio oral por el crimen de Luis Armando Espinoza, ocurrido el 15 de mayo de 2020. En el debate son juzgados nueve policías, un vigía comunal y un civil, que también deberán responder por la privación abusivamente de la libertad a Juan Antonio Espinoza.
Espinoza fue asesinado de un disparo en el omóplato el 15 de mayo de 2020, cuando efectivos de la comisaría de Monteagudo intervinieron para disipar una carrera cuadrera que se estaba corriendo clandestinamente durante la pandemia, en el paraje El Melcho.
Los policías, según la acusación, además retuvieron ilegítimamente a Juan Espinoza, le hicieron creer a él y a su familia que Luis se había ocultado en el monte. Luego ocultaron y trasladaron el cuerpo, primero hacia la comisaría de Monteagudo y luego hasta un precipicio de Catamarca, donde lo arrojaron.
Por el hecho fueron imputados los policías: Montenegro, Morales, Gerardo Esteban González Rojas, Mirian Rosalba González, Claudio Alfredo Zelaya, Carlos Lisandro Romano, José María Paz, René Eduardo Ardiles, Víctor Manuel Salinas, el vigía Héctor Fabio Villavicencio y el civil Álvaro Gonzalo González.
Solamente Ardiles, siguiendo la recomendación de sus defensores Miguel Mercado y Mónica Ibáñez se atrevió a declarar ante el juez federal Enrique Lilljedahl, que encabezaba el tribunal. Al igual que los demás acusados, el efectivo manifestó que temía por las amenazas que Montenegro les habría hecho si es que alguien hablaba. Sus abogados pidieron que se le garantice seguridad. A los demás acusados se les leyó las viejas declaraciones que hicieron durante el proceso.
Los acusados dieron sus versiones respecto de los movimientos y las participaciones en el hecho. “Los imputados no tienen la obligación de decir la verdad, pueden falsear la información o mentir”, dijo hoy el fiscal Federal, Pablo Camuña.
En esa línea, Camuña hizo hincapié que el juicio se extenderá durante varios meses.
Respecto de la acusación, el fiscal dijo: “es un hecho de perversidad institucional”.
En la primera audiencia, el propio Ardiles se refirió a la reacción que tuvo su superior, el subcomisario Montenegro, al saber de la muerte de Espinoza. Varios dijeron que reprendió: “¿Quién les dijo que dispararan? ¡Ahora voy a ir preso por culpa de ustedes!”.
“Montenegro nos insultaba principalmente a mí, a Zelaya y a González Rojas. Luego nos dijo que nos deshiciéramos del cuerpo. Ahí yo discutí con él, le dije que hiciéramos lo correcto: llamar a una ambulancia e informar lo ocurrido. Así no involucraríamos al resto. Me gritó que él era el jefe y que haríamos lo que él dijera”, sostuvo Morales, que aclaró que se enteró por la pericia de que su disparo había matado a la víctima. “Nunca quise hacerlo, yo disparé hacia el monte”, aseguró.
González Rojas dijo que: “Montenegro nos decía que nos llevemos el cuerpo porque se venía toda Villa Chicligasta a matarnos… él me acusaba a mí y yo no le había disparado”. También planteó que el subcomisario lo obligó a acompañarlo con Zelaya y Morales para deshacerse del cuerpo en Catamarca. “Decía que nadie se enteraría del cuerpo porque sólo él conocía ese lugar”, agregó.