La periodista Silvia Rolandi falleció este lunes en Tucumán, luego de luchar contra una enfermedad que la aquejó repentinamente hace pocos meses.
Sus restos son velado en Pasaje Padilla 18, y serán inhumados mañana a las 11 en el Cementerio Municipal de Yerba Buena.
Silvia Rolandi no necesita presentación. Todos los tucumanos la reconocían como una figura indiscutible de los medios, conductora histórica del noticiero TV Prensa de Canal 10 y con vigencia permanente en la radio.
La destacada periodista tucumana tuvo momentos icónicos de su carrera de más de 40 años en los medios de comunicación.
“El periodismo no es el cuarto poder -supo decir Silvia Rolandi-, es el contrapoder que controla a aquellos poderosos que quieren que no se sepan algunas cosas que pasan”.
Su carrera comenzó casi por casualidad desde la fundación de Canal 10. En aquel tiempo era secretaria de Eugenio Virla cuando estudiaba Psicología. “El propio Virla le propuso conducir el noticiero de los sábados que se llamó “Mundo Visión” junto a Alberto René Sutter.
Antes de su debut, y viendo su potencial, el propio Virla la alentó a tomar unos cursos de extensión universitaria para formarse en vistas de la inauguración de la televisión en la provincia.
Una vez iniciadas las transmisiones de LW 83 Canal 10 TV Universitaria en 1966, al poco tiempo fue convocada para conducir un noticiero de los sábados a las 21.
Luego comenzó a participar en el principal noticiero del canal, TV Prensa, en el que con su profesionalismo, elegancia y calidez se mantuvo durante las décadas del 70, 80 y 90 e incluso hasta la primera década del siglo XXI.
Además junto al periodista Osvaldo Nieva condujo el programa “Ciudadanos” dedicado a la política y tuvo a su cargo la conducción del primer noticiero matinal de Canal 10 denominado “Tempranísimo”.
Silvia Rolandi tuvo una extensa trayectoria en las radios. Fue jefa de noticias de Canal 10 y realizó algunas coberturas inolvidables como la llegada de Juan Pablo II a Tucumán, el 8 de abril de 1987. “Realicé una cobertura para todo el mundo de la visita del Papa al aeropuerto. Fue muy emocionante cuando el Papa me bendijo y un camarlengo me dio una réplica de su rosario, algo que sucede en cada bendición”, rememoró días después.
Hoy, los tucumanos la despiden con respeto y admiración.
