La semana pasada llamé a Fabio Zerpa para concertar una entrevista en La Señal (ciencia y misterios). Al minuto me estaba contando que había estado alguna vez en la famosa Area 51. No quise interrogarlo mucho en privado, cuestión de dejar las sorpresas para el programa.
Sucede que Fabio tiene 86 años y una mente prodigiosa. La increíble capacidad para conectar distintos temas por aristas impensadas hace dar una idea de la infinidad de experiencias de estas casi nueve décadas. Es más, no suena como esas personas que llevan los años en la espalda sino que pareciera, por momentos, subir a la espalda de los años y moverlos a pura voluntad y entusiasmo.
Aun así me habla de momentos difíciles vividos este verano y reconoce: “Estoy grande”, antes de aclarar que no hay que temerle a la muerte. Además, puede gambetear de un tema serio a una anécdota como pocos y sale de su salud recordando una vez que le dijeron en las islas Canarias: “Puede que haya muchos OVNIs, pero que despelote que arma usted con ellos”. Nos reímos y me quedo pensando si es que respondió a mi pregunta o es que le pregunté algo que él mismo me indujo. Será una sensación que se mantendrá por casi una hora de comunicación, lo que lo hace todavía más fascinante.
AREA 51 Y EXTRATERRESTRES
“Yo te voy a hablar de lo que realmente vi”, me dice Fabio, tajante. “Con Wendelle Stevens (Coronel de la USAF) estuvimos en permanente comunicación cuando se detapó la olla del incidente Roswell, en los años sesenta. También después en los dos años que viví en Norteamérica y fue entonces que llegamos a ir a la famosa Area 51 donde está el Hangar 18. Tienen un plato volador pero los seres no están ahí sino que están en la base aérea de Wright-Patterson. De hecho tienen 34 seres caídos en cinco naves: tres en Estados Unidos, una en Sudáfrica y otra en Noruega”.
Le pregunto entonces si es que pudo ingresar en su momento a la base propiamente dicha porque, recordemos, no solo Estados Unidos negó su existencia hasta hace poco tiempo sino que hasta el día de hoy es imposible acercarse más allá de un perímetro de seguridad vigilado casi como una frontera.
“No pudimos entrar al Hangar 18”, me responde agregando que Stevens sí decía saber que contenía. “Todavía tengo en mi nuca la mirada de los soldados de inteligencia que estaban colocados en todos lados con sus lentes negros, observando todos nuestros movimientos”. Sin embargo, según sus propios dichos, no lo habrían dejado avanzar mucho en las instalaciones militares.
Más tarde encontraré un agradecimiento en uno de los artículos redactados por el mismo Zerpa en la revista digital: “El Quinto Hombre”. “Gracias Wendelle por tu valentía permanente”, es la frase que corona un reportaje sobre los archivos desclasificados por el FBI en el sitio “The Vault”.
“Nada de antenitas ni cosas raras, esos 34 son seres iguales que nosotros, de la tipología número 1, los famosos enanitos de 1,40mts de estatura. Los de Roswell tenían unos 96cm, como si fueran niños de corta edad pero cabezones y la cara… parecen niños ancianos”. Y claro, sale al ruedo el persistente tema de la autopsia de esos mismos hombrecitos. “Yo vi la autopsia de Roswell, la verdadera”, me dice Fabio con toda tranquilidad, entonces le saco el tema de Ray Santilli y su versión fraudulenta que cumplió 20 años el mismo día que Jaime Maussan presentó una momia como “extraterrestre” en México DF.
“Oh, eso fue pura ciencia ficción, un inglés (Ray Santilli) que fue tan vivo en inteligente que simuló lo que se decía que había pasado en Roswell y vendió y vendió, engañando a la gente”, dice Zerpa con un tono entre risueño e indignado. Sin embargo me dice que la filmación real de la autopsia no solo habría visto Wendelle Stevens sino el mismísimo Joseph Allen Hynek, empedernido detractor del tema OVNI primero, convencido militante de su realidad después.
DE RELIGIONES, EL PAPA FRANCISCO Y BENJAMÍN SOLARI PARRAVICCINI
Zerpa siguió hablando y conectando temas. Así llegamos al cristianismo, al Papa Francisco y a su amigo personal, Benjamín Solari Parraviccini. Podría adelantarles un poco acerca del pedido de Fabio por una “religión universal” o incluso de su detalle de las especies de humanoides que visitarían nuestro planeta según sus investigaciones, pero pienso que es mucho mejor escucharlo de su boca, con esa peculiar y cautivante manera de narrar que le han dado su carrera como actor y los miles de conferencias realizadas en sus 86 veranos.
Vía: infobae.com