El comandante general de la Policía de Bolivia, Vladimir Yuri Calderón, ordenó detener al expresidente Evo Morales, según anunció uno de los uniformados, que dijo haber recibido el mandato para llevar adelante la “aprehensión del señor presidente”.
Esa información la había filtrado el líder civil que encabezó las protestas en Bolivia, Luis Fernando Camacho, al asegurar que la Policía Nacional tenía la orden de aprehensión para Evo Morales luego de la renuncia del primer mandatario boliviano.
A través de su cuenta de Twitter, Morales confirmó la información al denunciar una persecución en su contra: “Denuncio ante el mundo y pueblo boliviano que un oficial de la Policía anunció públicamente que tiene instrucción de ejecutar una orden de aprehensión ilegal en contra de mi persona”.
Más temprano, la ministra de Salud del Movimiento al Socialismo (MAS), Gabriela Montaño, acusó a la Policía de haber pretendido de manera ilegal detener a Morales y a la oposición de haber ordenado saquear la casa del presidente renunciante.
La Policía ya arrestó a la presidenta del Tribunal Supremo Electoral, María Eugenia Choque, y al ex vicepresidente del TSE, Antonio Costas, por orden de la fiscalía que investiga las irregularidades en las elecciones observadas por la Organización de los Estados Americanos (OEA).